El Ejército de Liberación de Kosovo (KLA), cuyos efectivos se están concentrando en Albania para luchar contra el Ejército serbio, está en contacto permanente con mandos de las unidades militares de las fuerzas de la NATO en la zona, especialmente las acuarteladas en Albania y Macedonia.
Según informaciones llegadas a Informativos.net de nuestro contacto serbio Sergej Staricoveck, los mandos del KLA están al habla vía satélite con las tropas aliadas, lo que haría incomprensible el error supuestamente cometido por un piloto norteamerciano de las fuerzas aliadas, al que acusan de bombardear un convoy de tractores de ciudadanos kosovares, que confundió con un grupo de tanques y carros de combate del Ejército serbio.
Nuestro colaborador Staricoveck añade que uno de los supervivientes kosovares a este ataque, Samir Becaraj, relató a medios yugoeslavos cómo vió con sus propios ojos, sorprendentemente para él, cómo los soldados del KLA estaban al habla vía satélite con mandos de la NATO en Macedonia mientras se producía el ataque al convoy kosovar. Becaray -siempre según esta nota remitida por nuestro colaborador serbio, que recogemos con todas las reservas- añadió que también aviones británicos Harrier bombardearon algunos pueblos kosovares poco antes del ataque al convoy de tractores.
El novio serbo-bosnio de Albrigth
Por otra parte, a la secretaria de Defensa de los Estados Unidos, Madleine Albrigth, se le ha atribuido ayer jueves un presunto novio serbo-bosnio durante su juventud. Albrigth vivió varios años en la antigua República de Yugoeslavia cuando era una muchacha, debido a que su padre era un diplomático destinado en este país.
Según la nota informativa que nos ha enviado nuestro colaborador serbio Sergej Staricoveck, la secretaria de Estado de Defensa de los Estados Unidos vivió durante su juventud en la República Yugoeslava una intensa relación sentimental con un muchacho serbo-bosnio llamado Sava. Al parecer, este chico rompió con ella "cuando descubrió cómo era realmente", lo que creó desde entonces en ella un fuerte resentimiento de rencor hacia el pueblo yugoeslavo en general.
Como es sabido, Madleine Albrigth es una de las más fervientes partidarias de mantener la "mano dura" de la Adminisración norteamericana con el Gobierno presidido por Slobodan Milosevic.