Steven González, Andrew Ramírez y Christopher Stone, los tres soldados norteamericanos de la ONU que el presidente yugoeslavo Slobodan Milosevic mantenía prisioneros desde el 31 de marzo (a los seis días de que la NATO iniciara la guerra contra Yugoeslavia), han sido liberados esta madrugada gracias a la mediación del reverendo estadounidense Jesse Jackson.
La Casa Blanca no veía con buenos ojos que el reverendo Jesse Jackson, confesor personal del presidente Bill Clinton, viajase hasta Belgrado para visitar a los tres soldados apresados. El Gobierno de Washington intentó, incluso, que Jackson desistiera de hacer este viaje, porque temía que el religioso pudiera ser «manipulado» por Milosevic.
Steven González, tiene 24 años y es de Texas; Andrew Ramírez, también tiene 24 años y es de Los Angeles, y Christopher Stone, un año mayor que sus dos compañeros (25), es de Michigan. Los tres hab¡an sido enviados por la ONU (tambi’n denominada bajo las siglas UN) a una misi¢n humanitaria en Bosnia, cuando entraron accidentalmente en territorio de Kosovo y fueron apresados por las tropas serbias. Era el 31 de marzo pasaco. Hab¡an transcurrido tan s¢lo seis d¡as desde que el mando aliado de la NATO hab¡a decidido emprender sus ataques a’reos contra Yugoeslavia.
Desde entonces, el Gobierno norteamericano siempre ha manifestado que estos tres soldados «nunca debieron haber sido apresados», ya que no pertenec¡an a la NATO y, por tanto, no estaban en ninguna misi¢n b’lica. Pero la opini¢n poblica norteamericana estaba conmocionada por dicho apresamiento, y tem¡a por la vida de los tres j¢venes, a los que Milosevic mostr¢ por televisi¢n como si de tres piezas de caza se tratase. En estas im genes, que dieron la vuelta al mundo, se pod¡a observar c¢mo Gonz lez, Ram¡rez y Stone hab¡an sufrido malos tratos, a juzgar por las magulladuras de sus rostros.
Clinton s¡ tiene quien le escriba
El anuncio de la liberaci¢n de los tres soldados USA encerrados en los calabozos militares de Belgrado se conoci¢ a primeras horas de esta madrugada, pero no se ha hecho oficial hasta poco antes de las ocho de la ma_ana, hora de Yugoeslavia.
Los tres soldados y el reverendo Jackson ser n trasladados de inmediato a los Estados Unidos, donde con toda seguridad ser n recibidos como h’roes. Al_ medio d¡a de hoy, hora de Yugoeslavia, los tres soldados y el religioso norteamericanos han llegado a Croacia, desde donde partir n hacia su casa.
Con su mediaci¢n, el reverendo Jesse Jackson se ha apuntado un importante tanto ante la imagen poblica, tras haber fracasado en otras mediaciones anteriores, en Ir n, Libia y L¡bano. Un tanto que puede convertirse en p’rdida de popularidad para el presidente norteamericano Bill Clinton, que no apoyaba este viaje. Clinton recibi¢ la noticia de la posible liberaci¢n inmediata de los soldados norteamercianos a trav’s de una llamada que le hizo el propio Jackson desde Belgrado. El presidente norteamericano se encontraba jugando un partido de golf cuando recibi¢ esta llamada. Al parecer, Clinton expres¢ a Jackson su alegr¡a por esta liberaci¢n, pero sin excesivo entusiasmo, y dej¢ muy claro a su confesor personal que no pensaba ceder un pice en la dureza de los ataques aliados contra el r’gimen de Belgrado.
Antes de que Milosevic anuniara a Jackson la posible liberaci¢n de los tres soldados de la ONU, el reverendo tuvo que rechazar poblicamente los ataques aliados contra Yugoeslavia, en declaraciones a la prensa. Jackson abog¢ por la paz y la libertad y por el establecimiento de un di logo internacional sobre la situaci¢n en Yugoeslavia para llegar a soluciones diplom ticas.
En su viaje de vuelta a los Estados Unidos, el reverendo Jackson lleva algo muy importante en su equipaje: una carta personal del presidente yugoeslavo Slobodan Milosevic para el presidente norteamericano Bill Clinton. En ella, al parecer, Milosevic expresa la postura de su Gobierno sobre el problema albano-kosovar, lo que no parecer que vaya a hacer cambiar de actitud a Estados Unidos sobre este asunto.