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Según la Alianza Atlántica, las fuerzas militares afines al presidente yugoeslavo Slodoban Milosevic han quedado reducidas en una tercera parte, después de dos meses de ataques aliados al régimen de Belgrado. La NATO también estima que una vez que se alcance un acuerdo de paz, una parte importante de los soldados serbios preferirán quedarse del lado de los albano-kosovares.
Esta triunfalista previsión viene precedida de fuerters discrepancias internas entre los países pertenecientes a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, donde Italia ya ha pedido el cese de las operaciones militares y Grecia prohíbe que los aviones aliados de Turquía sobrevuelen su espacio aéreo.