José Luis Barrios, uno de los dos presuntos miembros del "comando Andalucía" que en enero de 1998 asesinaron al concejal sevillando del Partido Popular, Alberto Jiménez Becerril, y a su esposa, Ascensión García Ortiz, cometió el atentado en enero de 1998 y, por tanto, un año y medio antes de salir elegido el pasado domingo (13 de junio de 1999) diputado foral de Euskal Herritarrok (EH) en Navarra. Por lo tanto, puede ser juzgado por la Audiencia Nacional.
Barrios todavía no tiene la condición de aforado como parlamentario, puesto que aún no ha adquirido la carta de diputado. Cuando la tenga, gozará de dicha situación especial, por la cual sólo el Tribunal Supremo podrá juzgarle, al ser un representante del pueblo navarro. Pero ello sólo afectará a los delitos que pueda cometer en fecha posterior al 13 de junio último, y tan sólo durante el tiempo en que sigua siendo parlamentario. Por los presuntos delitos cometidos en fecha anterior, Barrios es un presunto delincuente, como cualquier otro, y no tiene privilegio alguno.
Este es el criterio de la Sala que juzga en la Audiencia Nacional al "comendo Andalucñia de ETA". El abogado de Barrios, José Miguel Gorostiza, quiso hacer valer la condición de parlamentario de su cliente para recordar al juez que sólo podía ser juzgado por el Tribunal Supremo. Pero fracasó en su intento.
El fiscal, Enrique Molina, ha solicitado 50 años de prisión para cada uno de los tres miembros del "comando Andalucía". También pedirá al Tribunal que indemnicen a los hijos de los fallecidos con 100 millones de pesetas.
Los tres integrantes de dicho comando, Mikel Azurmendi, José Luis Barrios y Maite Pedrosa, siguieron las órdenes de José Javier Arizcuren Ruiz "Kantauri" para cometer su atentado. Azurmendi y Barrios siguieron el 30 de enero de 1998 a Jiménez Becerril y su mujer por las calles de Sevilla; se acercaron por la espalda y Azurmendi disparó a la nuca del concejal. Cuando su mujer se volvió, Barrios también la disparó a ella. Los terroristas se ocultaron en el piso alquilado donde les esperaba Maite Pedrosa.