El Parlamento chino aduce que sólo los hijos nacidos con posterioridad a la obtención del derecho de residencia pueden obtener el visado para vivir en Hong Kong. La resolución, aprobada ayer sábado, 26 de junio, contraviene a la máxima institución judicial de la ex colonia de Inglaterra, hoy autónoma, y supone una reinterpretación de la Constitución de Hong Kong, lo que se traduce en que el ordenamiento jurídico de la ex colonia puede ser modificado por el Gobierno o el Parlamento chino.
Las autoridades de China se sienten ahora con derecho a intervenir en las decisiones de autogobierno y autolegislación de Hong Kong para imponer sus criterios, despues de transcurridos sólo dos años desde que Gran Bretaña la devolviese la libertad. El reto chino a las autoridades de Londres podrán tener consecuencias negativas en las relaciones entre ambos estados y efectos contraproducentes en las inversiones de Occidente en la ex colonia británica, que se hará de esta manera más dependiente del r’gimen comunista de Pek¡n.