El año pasado escasearon las lluvias en Burkina Faso y los campesinos no pudieron cultivar ni tan siquiera una hectárea de terreno. La gente no tenía nada para comer. Por eso, la organización Kobinkale ha emprendido una iniciativa según la cual los campesinos de siete comunidades de la región de Boulgou, junto con la ONG española Intermón, gestionen su propio banco de cereales, que será utilizado como recurso en épocas de sequía para asegurar el mínomo de alimentos imprescindible para todas las familias.
De esta manera, cuando se agotenm las reservas y el precio de los cereales sea elevado, los campesinos podrán adquirir su alimento a precios razonables en este banco. Los ingresos obtenidos con las ventas serán reinvertidos en nuevas provisiones.