La masacre de catorce serbios en Gracko, ha suscitado el sábado numerosas reacciones de indignación y ha relanzado la interrogante sobre la capacidad de la comunidad internacional y de la fuerza de paz de la OTAN, para proteger a los serbios de las represalias de los albaneses.
El procurador del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, -Louise Arbour -, ha anunciado el sábado el comienzo de una investigación sobre los hechos.
El presidente Yugoslavo, -Slobodan Milosevic -, ha acusado a la KFOR y a la misión de la ONU en Kosovo, de ser los únicos responsables de la matanza que ha tenido lugar este viernes, a escasos 30 km de Pristina.
La KFOR ha reaccionado rápidamente ante las acusaciones de Milosevic, alegando que son un insulto. Ha sido la escueta declaración del comandante de la KFOR, el general británico Michael Jackson.
De otra parte la campaña contra Milosevic se ha acrecentado. Durante un meeting celebrado el sábado en Nis, el opositor serbio Vuk Draskovic ha lanzado ante 25.000 manifestantes un virulento ataque hacia el ej’rcito yugoslavo, record ndole que debe estar al lado del pueblo y no sirviendo al r’gimen de Milosevic.
CATORCE SERBIOS HAN MUERTO EN UN LINCHAMIENTO
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