El conjunto de la clase política rusa, ha comentado desde el lunes día 9 de agosto, – día en el que Yelsint decidió sustituir al primer ministro ruso Stepachine por Vladimir Putine -, lo sensacionalista de la noticia, aumentada de tono por las intenciones del presidente ruso de presentar a Putine como presidenciable a las elecciones del 2000.
Todos los partidos están de acuerdo de que se trata de la decisión de un presidente enfermo y que las posibilidades de su recomendado de triunfar en las urnas son muy pocas.
Ziuganov, – jefe de los comunistas -, ha sido claro. » La decisión del presidente entra dentro del orden de lo patológico», – ha declarado-. » En el plazo de 18 meses es el quinto primer ministro y no hay ninguna diferencia entre él y su antecesor Stepachine. Son hombres de un mismo equipo, mientras Rusia sigue sin gobierno», – termina diciendo Ziuganov -.
Morozov, lider del grupo regional » Toda Rusia», ha preferido ironizar sobre los meses de agosto en Rusia, tradicionalmente agitados: » Han decidido comenzar este a_o un poco antes», – comentaba entre risas -, mientras que Boris Nemtsov, quien fuera uno de los favoritos del Kremlin -, lanzaba la idea de un referendum que limite los poderes del presidente, aludiendo a que Yelsint es un hombre enfermo, incapaz de cumplir con sus funciones. Sobre la promoci¢n de Putine a presidente Nemtsov afirm¢ que «hab¡a que tom rselo con cierta iron¡a y una buena dosis de humor, ya que ‘l mismo estuvo promocionado hace algunos a_os a ese mismo puesto».
A pesar de todas las cr¡ticas, Yelsint, eso s¡ con aire cansado y abatido, se ha dirigido a la naci¢n a trav’s de todas las cadenas de tv, afirmando que en un a_o tendr n lugar las elecciones presidenciales y que desde ahora, hab¡a decidido nombrar como candidato al Kremlin, a la persona que , segon ‘l, es capaz de consolidar la situaci¢n y continuar con las reformas. Enfermo o no, loco o cuerdo, Yelsint todav¡a decide y, segon analistas internacionales, los partidos de la oposici¢n hacen mal tomando estas decisiones del presidente con demasiado » humor».
YELSINT: ENFERMO PERO DECIDIENDO
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