El año pasado, el 30 por ciento de las 17.676 reclamaciones que los consumidores presentaron a través del Sistema Arbitral de Consumo fueron rechazadas por las empresas destinatarias de dichas quejas. La cifra supone un incremento del tres por ciento respecto de 1997.
Según la Memoria Socioeconómica y Laboral de 1998 del Consejo Económico y Social (CES), en la mayoría de los casos, las reclamaciones se desestimaron porque las empresas a las que se dirigían no se habían adherido a este mecanismo voluntario de solución de conflictos.
El número de empresas adheridas al Sistema de Arbitraje de Consumo llegó el año pasado a 46.747, lo que representa un incremento del 21 % en relación a 1997. Las adhesiones de asociaciones de consumidores aumentaron el 23,5 % en 1998, hasta llegar a un total de 463, mientras que las de asociaciones empresariales crecieron el 9,4 %, con lo que son ya 1.390.
Las solicitudes de arbitraje aumentaron el año pasado casi un 42 por ciento y estuvieron motivadas, principalmente, por cuestiones relacionadas con el teléfono (18,7 %), las tintorerías (14 %), la reparación de automóviles (9,6 %), el gas (5 %) o las reparaciones del hogar (4,9 %). La cuantía media de estas reclamaciones pasó de 118.011 pesetas, en 1997, a 154.565 pesetas en 1998.