El presidente del Gobierno, José María Aznar, aprovechó su tradicional discurso de despedida de las vacaciones veraniegas en Quintanilla de Onésimo (Valladolid) para acusar a ETA y a Herri Batasuna de la parálisis del proceso de paz en Euskadi, confirmada por la ausencia de contactos entre el Gobierno y la banda terrrorista durante este verano. Aznar ha reafirmado su firme voluntad de diálogo con la banda armada.
Durante el mes de junio se crearon expectativas de que a lo largo de las vacaciones veraniegas, previsiblemente en esta segunda quincena de agosto, se produciría un nuevo contacto entre el Gobierno y ETA, tras el primero encuentro habido a mediados de mayo. Pero José María Aznar ha dicho que el proceso de paz no ha avanzado estas vacaciones, ni tan siquiera ha habido contactos.
Aznar responsabila a ETA de que no se haya celebrado esta segunda reunión. Pero ha culpado también a Herri Batasuna. «HB rompió el diálogo unilateralmente. Ofrecí el diálogo a todos los grupos parlamentarios representados en el Parlamento Vasco sin excepción y esta oferta no fue respondida», dice Aznar.
Aznar cree que el proceso de paz está estancado por los problemas internos de HB que, tras la salida de prisión en julio de la anterior mesa nacional, ha abierto un proceso de debate que debe culminar con la elección de una nueva dirección a final de año.