La detención la semana pasada del militar Dino Bellasi, alto responsable administrativo de los servicios secretos suizos, se ha convertido en una verdadera bomba política, con mucho de novela policial.
Al funcionario se le acusa del robo de casi 6 millones de dólares de la caja del Ministerio de Defensa, habiendo eludido por años todos los controles internos. La voz de alarma del caso, paradójicamente, surgió de un artículo publicado por un cotidiano sensacionalista de la suiza alemana.
Este lunes, el caso de Dino Bellasi se complicó aún más. Autoridades policiales encontraron en un barrio de Berna un arsenal compuesto por 200 armas sofisticadas de distinto calibre. Estas armas habían sido adquiridas por el militar detenido.
Casi paralelo al hallazgo, el abogado defensor del militar Bellasi, lanzó una serie de acusaciones, haciendo gala del slogan: no hay mejor defensa que un buen ataque.
Responsabilizó a Peter Regli, jefe de los Servicios Secretos Suizos, de responsabilidad directa en los hechos. Afirmando que por su orden superior, se estaba preparando , secretamente, una unidad de intervenci¢n o grupo paralelo.
La investigaci¢n prosigue, y todas las hip¢tesis m s diversas est n abiertas. El desprestigio del Departamento Militar, de donde depende el funcionario acusado, es tambi’n creciente.
La polic¡a allan¢ en las oltimas horas las oficinas del Jefe de Servicios Secretos, Peter Regli, personalidad intocable de enorme poder pol¡tico. Pero este personaje ya hab¡a sido involucrado, hace algunos a_os, en contactos de «dudoso contenido» con altos oficiales sudafricanos durante el r’gimen racista del apartheid.
Ante la sorpresa de la sociedad suiza, poco acostumbrada a confrontarse a este tipo de esc ndalos, la bomba de la indecencia no termina de explotar.
La corrupci¢n, el manejo indebido de fondos estatales y otros males casi «naturales» propios de gobernantes de pa¡ses del Sur, afloran con fuerza en una de las naciones m s ordenadas y enriquecidas del planeta.
Bofetada no s¢lo para Suiza, sino para los pa¡ses del Norte, que se cansan de recetar «buen gobierno» al Sur, cuando la corrupci¢n es, de por s¡, un mal planetario. Moraleja contundente, constataci¢n evidente. (Euro/QR/Au-Mt/Pp-Ppc/ap)
Por Sergio Ferrari
SUIZA NO SE ESCAPA A LA CORRUPCIÓN AL MAS PURO ESTILO DE LOS PAÍSES DEL SUR
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