La Asociación de Amigos del Pueblo Saharahui también ha dicho públicamente que la República Arabe Saharaui Democrática (RASD), el Estado saharahui que el Frente Polisario quiere que sea reconocido internacionalmente (ahora es aceptado como tal sólo por unos pocos países, y España no está entre ellos) no puede ser "moneda de cambio" en las relaciones hispano-marroquíes.
Los recelos saharahuis hacia el presidente del Gobierno español han surgido con motivo de la reciente visita, el 16 de agosto pasado, de Aznar al nuevo monarca marroquí, Mohamed VI, calificada de "protocolaria" por el Ministerio de Asuntos Exteriores, pero realizada días después de que el primer ministro alauita, Abderramán Yusufi, propusiera poe enésima vez "una reflexión conjunta" entre España y Marruecos sobre los status de Ceuta y Melilla, cuyos Gobiernos autónomos estaban entonces en plena disputa entre el Grupo Independiente Liberal (GIL) de Jesús Gil, unos diputados tránsfugas socialistas y Coalición por Melilla (CM), por un lado, y el resto de partidos locales y nacionales, encabezados por el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), por el otro.