Las subvenciones agrarias para la reforestación son una medida de acompañamiento de la Política Agraria Comunitaria, sancionadas en el Reglamento 2080/92, con tres objetivos teóricos claramente diferenciados:
- Económicos: retirada de excedentes agrarios, fundamentalmente cerealistas
- Sociales: complemento de las rentas agrarias de los agricultores, gravemente dañadas por los acuerdos GATT
- Ambientales: mejora ambiental con la creación de nuevos bosques
El salto de la teoría a la práctica, con deficientes criterios tanto ambientales como sociales, ha significado un injustificable cambio de los objetivos de la medida, habiéndose dejado la planificación forestal en manos de los particulares, o empresas forestales, cuyo interés principal es la caza de la jugosa prima y no la mejora medio ambiental.
Impactos negativos más destacables:
1. Económicos:
El interés de la Unión Europea en retirar tierras de producción para reducir los costosos excedentes agrarios ha sido un fracaso, pese a la fuerte apuesta hecha: 16.941 millones de pesetas en Castilla La Mancha durante las campañas 1994-1998. Ello se constata en : Las superficies reforestadas corresponden mayoritariamente a las calificadas de eriales a pastos, cuya participación en los excedentes agrarios es escasa o nula.
2. Sociales
Los solicitantes de estas ayudas son, en pocos casos, verdaderos agricultores, es decir, personas cuyos ingresos sean mayoritariamente agrarios (ATP, agricultores a título principal), y por lo tanto tengan una verdadera vinculación con el desarrollo rural de la zona. En los años 95 y 96, únicos datos publicados por el Ministerio de Agricultura, sólo el 27 y 19,5 % respectivamente de los expedientes castellano-manchegos cumplían estas condiciones.
Así el 65 % de la superficie y de las ayudas ha sido recibida por personas muy desligadas del medio rural, que no han dudado en eliminar de sus propiedades aprovechamientos tradicionales compatibles con la conservación del medio ambiente, como son la ganadería extensiva y la caza, y por lo tanto, reduciendo la potencialidad socio económica para el desarrollo rural de esas áreas.
- Ambientales
La falta de planificación e integración con otras políticas territoriales y ambientales han puesto en evidencia la bondad ambiental teórica de las reforestaciones agrarias. Ello se constata en:
- La reforestación en pastizales, o eriales de comunidades herbáceas o zonas de fauna silvestre ha significado la destrucción de numerosos hábitats prioritarios de conservación de la Directiva Hábitat europea, ya transpuesta a nuestra legislación y, por lo tanto, de obligado cumplimiento.
- De las plantaciones monoespecíficas y alineadas de pinos se ha pasado a plantaciones igualmente alineadas de pinos (más del 56 %), encinas (26,8 %), alcornoques (3,2 %), etc que no representan ni por asomo la potencialidad de nuestras especies autóctonas.
- En un gran número de casos las reforestaciones se están realizando sobre encinares en regeneración, es decir sobre áreas que estaban recuperando por si solas su vegetación potencial, creando bosques abiertos de gran valor ambiental , muy aptos para los aprovechamientos tradicionales. También hay numerosos ejemplos de reforestaciones sobre enebrales, quejigares, sabinares de sabina negral e incluso de sabina albar, coscojares más o menos abiertos y sobre amplias extensiones de retamares, todos ellos protegidos por la propia directiva de habitats y por el Plan de Conservación del Medio Natural de Castilla La Mancha. En un somero muestreo realizado sólo en las provincias de Cuenca, Guadalajara y Toledo, se han detectado 46 ejemplos de repoblaciones realizadas sobre terrenos con abundante regeneración natural de encinar, la mayoría de ellos en la Alcarria y La Mancha occidental de Cuenca. Algunas de estas zonas donde se han introducido pinos eran dehesas de encina, "bosques esclerófilos de pastoreo" en la denominación de la directiva de hábitats.
- Otros tipos de ecosistemas de gran relevancia, profundamente alterados, han sido las estepas continentales halófilas, con vegetación típica de los saladares manchegos y especialmente las estepas yesíferas (ambos hábitats prioriarios europeos). En estas últimas se ha detectado una afección mínima de 15.000 Hectáreas, principalmente en los yesos del valle del Tajo en Cuenca y Toledo y en los "blancares" de la Mancha y Alcarria de Cuenca. Los estudios florísticos de estas zonas describen más de treinta endemismos (especies herbáceas exclusivas de este tipo de suelos), constituyendo además áreas fundamentales para especies de aves muy escasas como la Ortega, el Chotacabras pardo, la Ganga, el Cernícalo primilla, y un largo etc. Todo este tesoro natural junto con abundantes poblaciones de perdiz y conejo, está siendo desplazado por monocultivos de pino carrasco de nulo valor económico y cuya única rentabilidad estriba en el cobro de las subvenciones.
- Los retamares, protegidos por el Plan de Conservación del Medio Natural de Castilla La Mancha, repartidos por gran parte de la provincia de Toledo, son otro de los tipos de hábitat más afectado.
- Otro auténtico disparate ecológico es el de las frecuentes reforestaciones sobre suelos rocosos (Litosuelos), detectadas en numerosos puntos de la provincia de Cuenca y en algunas zonas de Guadalajara.
- Otras repoblaciones han afectado a especies de flora en peligro de extinción en Castilla La Mancha como Sideritis serrata en Albacete o excluidas expresamente de las reforestaciones como Cinomorium coccineum o Vela pseudocitisus en Toledo.
Por lo tanto se solicita a la administración autónoma de Castilla La Mancha:
- Limitar las ayudas a la reforestación al cumplimiento de los objetivos económicos, sociales y ambientales marcados dentro del decreto e integrados en las otras políticas y planificaciones territoriales, estableciendose una moratoria para las reforestaciones hasta que no haya garantías de cumplimiento de dichos objetivos.
- Diseñar un Plan de recuperación de todas las zonas alteradas por las reforestaciones, ya sean hábitats prioritarios de la Directiva , de Conservación prioritaria en Castilla-La Mancha o hábitats importantes para las aves de la Directiva 79/409/CEE, ó de especies de fauna y flora en peligro de extinción del catálogo regional de especies amenazadas de Castilla – La Mancha.
- Dar prioridad a la regeneración natural de los eriales y al cuidado y conservación de las masas forestales ya existentes, manteniendo en ellas el empleo rural en el sector que actualmente se dedica a las "reforestaciones".
- Depurar las responsabilidades de los principales gestores y ejecutores de toda esta política antiecológica, antisocial y despilfarradora.