De los 405 presos etarras que están cumpliendo condena en nuestro país, 105 serán acercados de golpe, en los próximos días, a prisiones vascas o cercanas al territorio de Euskadi. La medida, aprobada ayer por el Gobierno por sorpresa, se anuncia a sólo nueve días de que se cupla el primer aniversario del anuncio de la tregua indefinida por parte de la banda terrorista.
El ministro del Interior, Jaime Mayor, explicó ayer que la decisión gubernamental, calificada de «vergonzante» por el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y de «burla» por Euskal Herritarrok (EH), responde a la petición unánime de los partidos democráticos representados en el Congreso de los Diputados, recogida en dos proposiciones de ley, y una vez que se ha constatado que ETA no ha vuelto a cometer ningún asesinato desde hace más de 15 meses.
Esta es la iniciativa más importante adoptada por el Gobierno en el proceso de paz del País Vasco. El Ejecutivo que preside José María Aznar pretende con ella «consolidar la cohesión entre los partidos democráticos», especialmente con el primer partido de la oposición, el PSOE, y evitar nuevas polémicas con aquellas formaciones que venían reclamando que el Gobierno tomase la iniciativa, en un momento en el que están bloqueados los contactos entre ETA y La Moncloa (sede del Gobierno).
A este traslado masivo de presos etarras lo acompaña la concesión del tercer grado penitenciario a otros cinco miembros de la banda. La medida ha sido estudiada durante todo este verano y no tiene relación con la postura de ETA de suspender sus contactos con el Gobierno.
Los 105 presos de ETA que se benefician de este traslado masivo son los que ya han cumplido una parte importante de su condena e internos clasificados en segundo grado, con una «conducta normalizada y que participaban en las diversas actividades organizadas por los centros». Este criterio se ha aplicado a la mayoría de los presos que serán trasladados de inmediato: 67 de los 105. En otros dos casos se atiende a razones humanitarias. Otros 33 presos etarras, clasificados en primer grado, serán reubicados en las plazas que dejarán libres los 69 internos del segundo grado, con un criterio de equilibrio de la ocupación de centros.
Una vez realizados los traslados, 24 de los 105 presos favorecidos por el acercamiento a prisiones más próximas a sus lugares de origen conseguirán la ubicación en centros del País Vasco. Con estos 24, la suma de etarras encarcelados en Euskadi asciende a 85.
El Gobierno ha eludido en lo posible acercar a presos preventivos ya que, por su aforamiento en la Audiencia Nacional, le ha parecido más oportuno su proximidad a esta sede judicial, en Madrid. No obstante, cinco etarras preventivos han sido beneficiados con el acercamiento.
La espectacular medida gubernamental responde a la necesidad que siente José María Aznar de reforzar la cohesión entre los partidos democráticos, especialmente con el PSOE, en un momento delicado por la ruptura de los contactos con ETA y la inminente ofensiva política del nacionalismo vasco y del Pacto de Lizarra, que el próximo día 12 hará público un manifiesto con motivo del primer año de su constitución. Los socialistas habían venido insistiendo en los últimos meses en la necesidad de que el Gobierno tomara iniciativas e incluso habían cargado recientemente las tintas contra el PP por el «uso electoralista» que hizo en la campaña del 13-J de los contactos con ETA, que también tildó de "electoralista" a Aznar por su "indiscreción" al hablar de los contactos entre la banda armada y el Ejecutivo central español.