Para demostrarlo, usó datos que según él son muy significativos: en los últimos tres años, el porcentaje de mujeres que forman la población activa se ha mantenido constante alrededor del 37 por ciento, mientras que en los casi trece años en los que González fue presidente del Gobierno esa cifra se alcanzó partiendo desde un 27 por ciento, por lo que la participación de la mujer creció en un diez por ciento.
El ex presidente del Gobierno estuvo el viernes junto al secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Joaquín Almunia, en un seminario sobre «la contribución de las mujeres al progreso global», que se inscribe dentro de los trabajos que González realiza junto al eurodiputado Raimon Obiols para la elaboración definitiva de la ponencia «Progreso Global», que le ha sido encargada por la Internacional Socialista.
Almunia coincidió en la argumentación del que fuera líder de los socialistas durante más de 20 años al decir que el PP entiende la igualdad de sexos como un «elemento electoral» porque no cree realmente en ello.
Para González, la política del Gobierno de José María Aznar respecto a la igualdad entre hombres y mujeres es totalmente «regresiva», aunque las cifras de momento se mantienen estables.
Uno de los elementos que demuestran el escaso interés de los populares por la incorporación de las mujeres al trabajo es, según González, el hecho de que en el último plan de empleo que ha presentado el Gobierno de Aznar queda claro, según el ex presidente del Ejecutivo, que una de las claves para atajar el problema del paro es que las mujeres no aumenten, sino que más bien disminuyan, su incorporación al mercado laboral en los próximos años.
También incidió especialmente en el hecho de que el PP no contemple la discriminación positiva de las mujeres en la elaboración de sus listas electorales y la designación de cargos dentro del partido. Los populares, según González, argumentan para justificar esta situación que «sólo llegan las que valen. Pero cuando se comprueba las pocas que llegan, parece que están admitiendo que son muy pocas las que valen», concluyó el ex presidente.
La igualdad entre hombres y mujeres es algo que debería estar aceptado, según el anterior jefe del Ejecutivo, en todos los lugares del planeta: No sirven las excusas religiosas ni culturales, porque es algo que debe asumirse como positivo por encima de cualquier tipo de tradición que imponga lo contrario. González explicó que en sus últimos viajes se ha encontrado con muchas mujeres del Tercer Mundo que se sienten oprimidas y que ven cómo muchos líderes occidentales asumen ese tipo de situaciones justificándolas en tradiciones que deben ser respetadas.
