Según informaciones del diario británico Sunday Mirror, en las décadas de los 60 y 70 los servicios secretos rusos consiguieron introducir el la residencia real británica a dos espías, y no contentos con eso, intentaron reclutar al primo de la reina, Michael de Kent. El príncipe fue objeto de soborno por parte del GRU, brazo armado de la inteligencia rusa y eterno rival de la KGB.
Los espías infiltrados entraron a trabajar como empleados en Buckingham, donde instalaron un discreto sistema de escuchas, con el fin de estar al corriente de lo que la reina hablaba cuando recibía delegaciones extranjeras.
Los empleados, quienes trabajaron para la Unión Soviética durante diez años sin jamás ser descubiertos, abandonaron sus empleos en palacio sin que nadie se percatara de su misión.
Al parecer, el trabajo del duque de Kent dentro del palacio era de vital importancia para los rusos, ya que además de su proximidad a los miembros de la realeza, trabajaba en el ministerio de defensa brit nico. El pr¡ncipe de Kent hablaba perfectamente ruso y trabaj¢ en la inteligencia brit nica, donde se encargaba de analizar la capacidad armament¡stica y de espionaje rusa.
Estas revelaciones, sobre las cuales la reina no ha estado al corriente hasta la semana pasada, fueron la consecuencia de unas investigaciones que realiz¢ la inteligencia brit nica, de los archivos que en 1992 llev¢ a Gran Breta_a el archivero de la KGB, Vasili Mitrokhin.
Segon un portavoz de la inteligencia brit nica, no ser n publicados todos los archivos entregados por Mitrokhin, debido a que hay material muy sensible que debe permanecer en secreto.
La idea de que Buckingham fue espiado por la URSS est corroborada por el doctor Martin McCauley, qui’n ha escrito m s de veinte libros sobre la historia de la KGB.
BUCKINGHAM PALACE TAMBI+N FUE ESPIADO POR LA KGB
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