SE DESCUBRE EL EXAGERADO SENTIMIENTO ANTISEMITA DE NIXON

Las «cintas de Nixon»,- sobre las que ya les hemos hablado en anteriores noticias, siempre según la Tercera -, que fueron desclasificadas este martes, revelaron que Nixon tenía un fuerte sentimiento antisemita, un aspecto hasta ahora desconocido de su personalidad.
En una de las conversaciones, Nixon aseguró al secretario de la Presidencia, Bob Haldeman, que «los judíos están en todas partes del gobierno» y que había que controlarlos, por lo que le recomendó «nombrar a personas que no sean judías» al frente de las principales agencias federales.
El Presidente agregó que «la mayoría de los judíos son desleales»,aunque especificó que hombres de su confianza como el asesor de seguridad nacional, Henry Kissinger, el consejero Leonard Garment y William Safire, encargado de escribirle los discursos, eran la excepción que confirmaba la regla.
En un determinado momento, Nixon dijo que «hablando en general, uno no puede fiarse de esos bastardosö. ôSe vuelven contra ti. +Tengo o no tengo raz¢n?», a lo que Haldeman respondi¢ que «todos est n contra usted. En esta administraci¢n, de todas maneras. Y son listos. Tienen capacidad para hacer lo que quieren, que es da_arnos».
Las cintas revelan que Nixon cre¡a en la existencia de una conspiraci¢n jud¡a permanente: en la encuesta de la Oficina de Estad¡sticas Laborales que reflej¢ un fuerte aumento del desempleo, en las informaciones period¡sticas que le eran contrarias, en los movimientos antimilitaristas… hasta asegurar que «hay una barbaridad de jud¡os en el distrito (Washington)… Los gentiles se han ido».
La guerra de Vietnam fue otro asunto espinoso para Nixon. Segon las cintas, el ex Presidente encarg¢ a Kissinger que dejara claro que la posici¢n del gobierno era invariable, a pesar del aumento de las manifestaciones contra la guerra. Un dato curioso es que a pesar de que las manifestaciones se hac¡an cada d¡a m s numerosas , Nixon era un convencido de que la amplia mayor¡a de la opini¢n poblica estaba de su lado y apoyaba la guerra.
Las grabaciones recogen tambi’n recomendaciones de Nixon de que se pagara a periodistas parra que difamaran a sus enemigos, hicieran cr¡ticas a jueces adversos, ecologistas, homosexuales e intelectuales. Fue Nixon, tambi’n, quien orden¢ que se entrara a la a una instituci¢n para robar un informe cr¡tico sobre el papel de su Administraci¢n en Vietnam, que se hab¡a filtrado a la prensa.
Las pruebas que involucran a Nixon con sucios manejos y conspiraciones no hacen sino confirmar su manera estrictamente realista de hacer pol¡tica: m s all  de las normas o el sentimentalismo, nada pod¡a ser m s importante que los intereses de su gobierno.