El viernes 22 de octubre en Helsinki, el finlandés Martti Ahtisaari , – presidente en ejercicio de la Unión europea hasta finales de año -, Romano Prodi, – presidente de la Comisión europea y Javier Solana, – alto representante para la política exterior y seguridad común -, recibieron al primer ministro ruso Vladimir Putin, para la cumbre anual UE û Rusia.
En el orden del día ô la dimensión nórdicaö, – deseada por los finlandeses -, la lucha contra la corrupción, la criminalidad organizada y el terrorismo y la puesta en marcha de la estrategia común, vis a vis con Rusia, aprobada por los Quince en junio en el Consejo europeo de Colonia.
El nombre de Tchetchenia no figuraba en ningún dossier y si se ha mencionado ha sido en relación a la lucha contra el terrorismo para agradar a Rusia, quién ha basado en éste su guerra en el Cáucaso. En este aspecto, parece que los Quince han decidido dejar hacer a Rusia en ese conflicto que ya se está alargando demasiado.
Solamente los alemanes, en voz de su ministro de asuntos exteriores Joschka Fischer, se han atrevido a levantar t¡midamente la voz en relaci¢n a este tema, aconsejando a Putin que termine cuanto antes con ese conflicto y que tenga en cuenta los Derechos Humanos.
Los Quince hicieron en Colonia la firme promesa de ayudar a Rusia a poner en funcionamiento las instituciones poblicas para que fueran eficaces y transparentes y a comenzar una gesti¢n sana de las pol¡ticas nacionales y la econom¡a. Segon un estudio realizado por la fundaci¢n alemana Korber, los responsables rusos est n mucho m s preocupados por recibir ayuda de las instituciones financieras internacionales, que interesados en una intervenci¢n de saneamiento de las instituciones por parte de la UE.
Segon un participante occidental, la respuesta de Rusia a la estrategia comon seria que » Europa debe proporcionarle los medios para ser una gran potencia». La crisis financiera de agosto de 1998, el esc ndalo de la utilizaci¢n de los subsidios del Fondo Monetario Internacional, las oligarqu¡as y la corrupci¢n que rodea al presidente, deber¡an ser una advertencia para Europa, ya que ha tenido que ser Alemania la que de una voz de alarma y proponga la petici¢n de un esfuerzo a Mosco para sanear su sistema bancario. Si las recomendaciones no son escuchadas por Rusia, los Quince deber n actuar en consecuencia, advierte Berl¡n.
RUSIA HACE CASO OMISO A EUROPA
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