Menos de un mes después del golpe de Estado, – el 12 de octubre -, los militares abandonan los asuntos de Pakistán a manos de los civiles. El jueves, el general Pervez Musharraf, – nuevo hombre fuerte del país -, ha formado gobierno con ocho miembros de los cuales solo uno es militar, y es retirado.
Los otros siete miembros, entre los que se encuentra una mujer como ministra de educación, son todos civiles. Además son prácticamente desconocidos en la sociedad pakistaní, a excepción del banquero Shaukat Aziz, ministro de finanzas y del diplomático Abdus Sattar, ministro de asuntos exteriores.
Musharraf se ha comprometido a constituir un gabinete de tecnócratas incorruptibles, que recibirá instrucciones o grandes orientaciones del Consejo General de Seguridad. Presidido por el general Musharraf, este consejo está también dominado por civiles, cuatro de los siete miembros.
Un jurista, un antiguo ministro y consejero de planificación familiar, un gobernador del banco central y un funcionario, son el componente civil de este Consejo de seguridad, que se completa con el mismo Musharraf y dos jefes uno de la marina y otro del ej’rcito del aire.
Sin embargo la composici¢n de los gobiernos provinciales muestran el efecto contrario, ya que tres de los cuatro gobernadores son militares. Al parecer Musharraf est m s interesado en la pol¡tica nacional que en la regional y as¡ lo ha manifestado retirando inmediatamente al ej’rcito de la frontera India, con el fin de hacer bajar la tensi¢n en la zona.
El objetivo principal del gobierno de Musharraf es evitar la corrupci¢n, as¡ como recuperar el dinero desviado. Las listas de sospechosos ya se est n confeccionando y los tribunales especiales anticorrupci¢n empezar n a funcionar a partir del 17 de noviembre. La pena de prisi¢n ya ha sido anunciada para los individuos acusados a quienes se les demuestre culpabilidad.
Musharraf ha prometido tambi’n cierta dosis de descentralizaci¢n, algo deseado desde hace tiempo por las provincias, quienes se encontraban estranguladas por el gobierno central.
La libertad de prensa ha sido tambi’n uno de los compromisos adquiridos por el nuevo presidente de Pakist n. Todas estas medidas complacen a la poblaci¢n, aunque no hay que olvidar que la Constituci¢n permanece suspendida por el momento, a la espera de un Referendum anunciado por el presidente, el cual ha asegurado que se controlar la ya institucionalizada costumbre en Pakist n de la compra de votos.
MUSHARRAF: PAKISTÁN EST- CAMBIANDO
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