LA COALICIÓN DE BARAK DA MUESTRAS DE FRAGILIDAD

Esta semana tuvo lugar un encuentro que pretendió pasar como de rutina, pero que quizás tenga significados ulteriores excepcionales. El premier Ehud Barak recibió en su despacho en Jerusalén al jefe del Likud y de la oposición, Ariel Sharón. Fue el primer encuentro entre ambos desde que oficialmente sustentan sus actuales cargos.
El encuentro fue rotulado como de actualización por parte de Barak de los detalles de las negociaciones políticas en el proceso de paz, y se dijo oficialmente que también se habló del terror internacional y las formas de enfrentarlo. Con toda la importancia que tiene informar a la oposición, los observadores no dejan de señalar que el orden de prioridades de Barak para sus encuentros es asombroso.
El ministro de Edificación y Viviendas y líder del Partido Religioso Nacional, Itzjak Levy, está pidiendo infructuosamente una audiencia con Barak desde hace un mes. En el despacho de Barak alegaron que el premier tiene una agenda ocupada y no se puede encontrar con todo el mundo. La conversaci¢n con Shar¢n, a solas, dur¢ una hora y cuarenta minutos.
El comunicado oficial neg¢ que se haya tratado el tema de la incorporaci¢n del Likud al Gobierno y Shar¢n volvi¢ a recalcar que su partido no permitir  que se lo utilice para presionar a miembros de la coalici¢n. Pero Barak parece no haber pedido permiso, y el encuentro ya hace lo suyo.
La coalici¢n de Barak da muestras de fragilidad, sobre todo en v¡speras de la aprobaci¢n del Presupuesto Nacional. Un presupuesto que est  siendo severamente cuestionado por los propios miembros de Avod  -con Abraham Burg y Uzi Baram a la cabeza- y que no goza de la simpat¡a de David Levy y Guesher ni de la bancada de Shas.
Pero la amenaza principal para Barak lo constituye la rivalidad constante entre Shas y Meretz en general y en el marco del presupuesto de Educaci¢n en particular. Las iniciativas de Gobierno, como suced¡a en la’ poca de Netaniahu, chocan con fuerte oposici¢n y su aprobaci¢n no est  garantizada.
En su propio partido, a Barak le cuesta frenar la iniciativa de abolir la ley de elecci¢n directa de primer ministro, que el mes que viene deber¡a ser aprobada en segunda y tercera votaci¢n, habi’ndose reconocido la validez de la primera en la Kn’set anterior. Barak, que se opone a la iniciativa, sabe que ser  derrotado en la Kn’set sin atenuantes y por eso pidi¢ tocar el tema en la reuni¢n del Comit’ Central del partido. All¡, terreno local, espera poder imponer una pr¢rroga de un a_o.
Sin embargo, la reuni¢n del Comit’ estaba ya preparada para tratar el tema del Presupuesto Nacional, tema en el cual hasta los mismos hombres de Barak se aprestaban a votar en contra. Esa era la raz¢n por la cual el premier hab¡a dado directivas para que asista la menor cantidad de gente posible. Ahora, con la esperanza de dejar el tema presupuestario a la sombra del de las elecciones, su misma gente trata de reclutar asistencia al Comit’ Central.
Barak tampoco tiene mayor¡a para aplicar sus reformas ministeriales. La idea de centralizar en su propio despacho a la Administraci¢n de Tierras de Israel y a la Autoridad de Planeamiento, quit ndoselas a los ministerios de Infraestructuras e Interior respectivamente, no cuenta con mayor¡a parlamentaria. De hecho, hay una carta firmada por 62 diputados, que conforman mayor¡a absoluta y no son todos, que se oponen a la maniobra. En esas circunstancias, no es de extra_ar que Barak haya mantenido su encuentro con Shar¢n a solas. Incluso si no se hubiese hablado en’ l de la incorporaci¢n del Likud al Gobierno como alternativa a la coalici¢n actual, el mensaje puede disuasivo, tanto para Meretz como para Shas.

Aurora