Un reciente estudio de la Unión Interparlamentaria, indica que a pesar de su rol decisivo en actividades claves de la vida cotidiana del planeta, la mujer sigue relegada de las esferas de decisión política. La Unión Interparlamentaria procesa un amplio números de estadísticas actualizadas.
Sólo un 12,8 por ciento del total de los más de 41 mil 650 legisladores de todos los parlamentos del mundo, son mujeres, indica la documentación divulgada por la organización internacional.
Cuba, con 166 parlamentarias mujeres, que equivale al 27.6 por ciento del total de escaños, es el país latinoamericano con mayor participación femenina. Con este porcentaje ocupa el noveno puesto, apenas atrás de Sudáfrica, los dos países del Sur mejor ubicados.
Suecia, con el 42 por ciento de mujeres en su poder legislativo, es el país de mayor participación femenina en esa esfera de poder. Por ello, encabeza a los otros países nórdicos, quienes se encuentran claramente a la punta en cuanto al equilibrio de g’neros.
Costa Rica, en el puesto nomero 21, con el 19.3 por ciento de participaci¢n parlamentaria femenina, y M’xico que ocupa el puesto 24 con el 18.2 por ciento, son los otros dos pa¡ses del continente mejor situados.
El revelador estudio de la Uni¢n Interparlamentaria indica, adem s, que s¢lo 7 estados en el mundo est n dirigidos por mujeres, lo que representa un escaso 3.7 por ciento del total de dirigentes planetarios. Panam , es el onico pa¡s del continente latinoamericano liderado, en la actualidad, por una mujer.
A nivel mundial, las mujeres ocupan, por otra parte, el 11 por ciento del total de los puestos ministeriales en los gabinetes de gobierno. S¢lo un 1.6 por ciento ostentan la responsabilidad de Primer Ministro. Mientras tanto, en 15 Estados las mujeres est n al frente del Ministerio de Exteriores y s¢lo en 4, ocupan el Ministerio de Defensa, espacio reservado, casi siempre a los hombres.
En numerosos pa¡ses del mundo, importantes movimientos pol¡ticos y sociales reivindican cada d¡a con mayor fuerza la propuesta de «cuotas». Esto implica una participaci¢n equitativa e intercalada de hombres y mujeres en las listas de candidatos a puestos de elecci¢n, tanto al interior de los partidos, como a nivel nacional. (Euro/QR/Oi-Mj/Ge/ap)
CIFRAS FIN DE MILENIO CON RESPECTO A LA MUJER
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