Representantes del Grupo de los 8, integrado por las siete potencias industrializadas y Rusia, iniciaron la cumbre informática en París. También participan miembros de 130 compañías de la informática mundial y expertos judiciales. El tema a debate es el de la seguridad y la confianza en las comunicaciones cibernéticas.
Las formas de abordar el problema, marcan la divergencia entre Estados Unidos y la Unión Europea en esta cuestión. El gobierno estadounidense propone la creación de una «ciberpolicía» planetaria que pueda actuar sin restricciones.
Francia, en nombre de Europa, sentó una doctrina contrapuesta. Su primer ministro, Leonel Jospin afirmó que la responsabilidad es de las autoridades públicas en cada país.
De aceptarse el criterio de Estados Unidos, es muy posible que esa vigilancia quede prácticamente en sus manos, dado su potencial tecnológico y económico. Esa posibilidad, aumentaría el desequilibrio mundial, ya que él control del ciberespacio no solo tiene alcance pol¡tico y militar, sino tambi’n econ¢mico.
El foro se inici¢ bajo la influencia de los efectos recientes del virus «I love you», que infect¢ a millones de ordenadores en todo el mundo. Algunos suspicaces observadores del foro de Par¡s, no ocultan sus dudas sobre el confuso origen «filipino» del virus. Tambi’n recuerdan como los grandes medios de comunicaci¢n destacaron profusamente la «fragilidad» de la Red.
La estrategia estadounidense, en este campo, no difiere en lo sustancial, de la estrategia que aplica con respecto a la intervenci¢n militar. Sus argumentos son que hay que poner barreras a la posible acci¢n de terroristas o delincuentes que utilicen la red en provecho propio.
Pero la experiencia demuestra que en los momentos de crisis, Estados Unidos aplica criterios que encajan m s con sus propios intereses que con las causas que argumenta defender. Adem s, del gobierno canadiense, Estados Unidos ha encontrado el respaldo del grupo que engloba las m s grandes compa_¡as inform ticas norteamericanas.
Los gobiernos europeos argumentan que la coordinaci¢n internacional debe pasar por tratados judiciales e Interpol, respetando la soberan¡a de los estados. El gobierno franc’s quiere demostrar que eso es posible. Por eso ha creado una brigada interministerial de delitos inform ticos, integrada por 35 expertos. En Estados Unidos, solamente el Servicio de Correos tiene ya mil 500 especialistas contra el fraude electr¢nico.
Esa disparidad de recursos y la evidencia de que Estados Unidos es motor y vanguardia de la revoluci¢n inform tica, abre varios interrogantes. Como por ejemplo, estimar cu l ser la reacci¢n del gobierno estadounidense, cuando alguna acci¢n realizada desde Internet perjudique gravemente sus intereses.
Si se la equipara con otras situaciones m s convencionales ocurridas en los oltimos lustros, por lo general su actuaci¢n es unilateral, aunque a veces se recubra de alguna tenue formalidad.
El gobierno de Estados Unidos propone una vigilancia y acci¢n que vaya m s all de las fronteras nacionales, si de controlar Internet se trata. Pero, curiosamente, se ha negado totalmente a la propuesta de crear un Tribunal Internacional que con similares criterios, defienda los Derechos Humanos en todo el mundo.
La pol’mica no ha hecho m s que comenzar y es dif¡cil pronosticar su desenlace. Quiz s todav¡a falten por entrar a escena los millones de usuarios de Internet. Como sucede con todas las libertades, tendr n que asumir activamente, y por s¡ mismos, la defensa del ciberespacio. Deber ser antes de que normas, controles e inquisidores conquisten esta colina, hasta ahora inaccesible. (Mu/QR/Au-Oi/Ct-Cos/ap)
SE INICIA LA CUMBRE INFORM-TICA DE PAR-S
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