El gobierno español está decidido a reformar la Ley de Extranjería a pesar de las protestas de la oposición, de los sindicatos, y de las organizaciones de Derechos Humanos. La reforma prevista restringirá el ingreso y facilitará la expulsión de los ilegales.
La filosofía de la ley anterior tenía la intención de colocar en un plano de igualdad a los extranjeros que residan legalmente, con los españoles nativos. La reforma marcará precisamente lo contrario.
El proyecto propone simplificar el mecanismo de expulsión de los ilegales, y eleva de dos a cinco años de estancia en el país, el plazo para obtener la residencia temporaria.
La normativa vigente fue aprobada hace solo seis meses, pero con el apoyo de la oposición. El Partido Popular, en el gobierno, obtuvo mayoría absoluta en las elecciones de marzo último. En su campaña electoral, anticipó que reformaría la legislación para los extranjeros, reformas que figuran en su proyecto.
Por tanto, a pesar de las protestas de diversos sectores, entre ellos los de las entidades que agrupan a los inmigrantes, todo parece indicar que para el primero de enero del 2001, Espa_a tendr una ley de extranjer¡a m s dura. Contempla una serie de restricciones para los inmigrantes y ser m s severa con los ilegales. (Euro/Qr/Au/Ppr-Cs/ap)
Carlos Iaquinandi Castro.
AZNAR DECIDIDO A ECHAR A TODOS LOS INMIGRANTES INCLUSO IGNORANDO LAS RECOMENDACIONES DE LA COMUNIDAD EUROPEA
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