A tan solo tres días de comenzar la Cumbre Social de la Organización de Naciones Unidas, ONU, el debate entre la Organización Mundial del Comercio y las organizaciones que se le oponen está más candente que nunca.
Mientras que alrededor de la OMC las autoridades suizas han creado una especie de cinturón de seguridad, las organizaciones no gubernamentales debaten el impacto de la globalización en los países en vías de desarrollo. En Suiza se teme que la marcha de las organizaciones no gubernamentales planeada para el próximo 25 se convierta en otro Seattle.
Una delegada india en reunión de mujeres, por ejemplo, explicó cómo en la India se han visto obligados a importar azúcar a pesar que tuvieron un exceso de cosecha de caña de azúcar y la caña se pudre en las calles. Explicó que esa situación se debe a los tratados de la OMC. Los mismos suizos se quejan también que la OMC los obliga a consumir productos agrícolas transgénicos, mientras que sus quesos de leche cruda son considerados peligrosos en las fronteras de otros pa¡ses.
Por su parte, la OMC se exime de toda responsabilidad argumentando que las pol¡ticas internas econ¢micas de los pa¡ses no son su responsabilidad. La OMC dice que es cada pa¡s el que dise_a una apertura al mercado gradual y que no acaba con la econom¡a local.
En una reuni¢n con periodistas, Hans Peter Werner, representante de este organismo, dijo que los propios pa¡ses tienden a esconderse detr s de la OMC para suplir sus propias deficiencias en la pol¡tica social. Dijo que la culpa es de los pa¡ses que adoptan las pol¡ticas de manera hip¢crita para cerrar sus propios mercados a los productos de pa¡ses menos desarrollados.
Para ilustrar ese argumento, Werner cit¢ la ley de Aire Limpio proclamada por los Estados Unidos. En esa Ley, la gasolina debe cumplir con ciertas reglas ambientales. Segon Werner, mientras que las gasolineras locales cuentan con 5 a_os para cumplir con esas reglas, la gasolina de Venezuela y Brasil fue prohibida en las fronteras a pretexto de no cumplir con esos est ndares.
Por otra parte, Werner dice que los pa¡ses menos interesados en adoptar est ndares laborales y ecol¢gicos m¡nimos, son los pa¡ses en v¡as en desarrollo. Werner dice que esos pa¡ses ven esas medidas como barreras discriminatorias para el comercio. Los est ndares laborales m¡nimos, por ejemplo, prohiben el trabajo infantil.
Las organizaciones que est n en contra de la OMC argumentan que ese organismo no deber¡a legislar sobre asuntos sociales porque el 80 por ciento del comercio est en manos de Jap¢n, Estados Unidos y la Uni¢n Europea. Los pa¡ses restantes solo representan el 20 por ciento.
La oposici¢n a la OMC tambi’n dice que otra cuesti¢n que debe ser tratada es la participaci¢n de otros organismos que no representen tan solo a los gobiernos en las decisiones de la OMC. De esa manera, las decisiones no ser¡an tomadas solo por las ‘lites de los pa¡ses, pues muchas veces los representantes del gobierno no representan necesariamente a todos los sectores. (Euro/QR/Ong-Oi/Pe-Dh-Ri/pt).
LA CUMBRE SOCIAL DE LA ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS COMENZAR- EN GINEBRA ENTRE FUERTES MEDIDAS DE SEGURIDAD
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