La lucha contra la pobreza en el mundo resulta hoy una tarea ilimitada y siempre insuficiente si se tiene en cuenta la dimensión del drama.
Este es el marco conceptual determinante en el cual los representantes de las 188 naciones que integran el sistema de Naciones Unidas, durante cinco días, deberán debatir en Ginebra. Los temas a tratar son la aplicación de los acuerdos asumidos un lustro atrás en un encuentro similar realizado en Copenhague, Dinamarca.
La inauguración este lunes en Ginebra de la sesión extraordinaria de la Asamblea General de Naciones Unidas, confronta a la comunidad internacional, durante un centenar de horas de deliberaciones, a reflexionar sobre el tema. La sesión extraordinaria se la denomina Cumbre Social Mundial.
Es esencial en ese debate, evaluar en retrospectiva los diez principios acordados hace cinco años atrás en la primera cumbre de esta naturaleza y a partir de allí mirar hacia el futuro.
Esos compromisos definidos en la Declaración de Copenhague son:
1.- Eliminar la extrema pobreza de acuerdo a un calendario que cada Estado nacional deber¡a fijar
2.- Sostener el pleno empleo como objetivo fundamental de las pol¡ticas econ¢micas
3.- Favorecer la integraci¢n social reforzando el conjunto de los derechos humanos
4.- Lograr la igualdad y la equidad entre los hombres y mujeres.
5.- Acelerar el desarrollo del -frica y de los pa¡ses menos avanzados
6.- Asegurar que los programas de ajuste estructural contengan objetivos de desarrollo social
7.- Aumentar los recursos destinados al desarrollo social
8.- Crear condiciones sociales, econ¢micas , pol¡ticas, culturales y jur¡dicas que permitan a las poblaciones de menores recursos lograr un desarrollo social
9.- Permitir el acceso universal y equitativo a la educaci¢n y los primeros auxilios
10.- Reforzar la cooperaci¢n internacional para lograr un desarrollo social mediante la intervenci¢n de las Naciones Unidas.
El desaf¡o de la Cumbre Social que acaba de iniciarse en Ginebra resulta inmenso. Un an lisis detallado de cifras, estad¡sticas -aon las m s optimistas-, distribuci¢n de la riqueza, polarizaci¢n social y discriminaci¢n de minor¡as y g’nero testifican retrocesos m s que avances.
El Documento de Copenhague vuelve a ser de actualidad total. Los retos de hoy siguen siendo exactamente los mismos que los del 95.
M s que de nuevas elaboraciones te¢ricas o compromisos en papel, la gran responsabilidad de la Cumbre de Ginebra es la de desatar la voluntad pol¡tica que ha faltado para ejecutar ese programa m¡nimo de la sobrevivencia humana. (Euro/QR/Oi/Pe-Pb/ap)
Sergio Ferrari