Al parecer es cierto que «la prisa es del diablo, y Dios trabaja despacio» La Iglesia Católica alemana resolvió finalmente aportar 4 millones 800 mil dólares al fondo para indemnizar a los sobrevivientes de los trabajos forzados durante el Tercer Reich.
No se indica cuánta mano de obra forzada trabajó para la Iglesia Católica durante el nazismo. Sin embargo, los portavoces Eclesiales admiten que fue una práctica extendida en conventos y explotaciones agrícolas.
Paralelamente se conoció que el Grupo Nestlé destinará 15 millones de dólares al acuerdo global alcanzado por los bancos suizos y las comunidades judías. La multinacional de la alimentación señaló que con ese aporte «responderá al conjunto de eventuales pretensiones judiciales».
Tácitamente, Nestlé reconoce así que algunas de sus empresas situadas en territorio dominado por el régimen nazi pudieron haber empleado a trabajadores forzados. (Euro/QR/Ig/Dh/pt).
Carlos Iaquinandi Castro