El submarino ruso Kursk podría dejar de ser el inmenso ataúd de los 118 tripulantes que perecieron cuando la nave se hundió en el mar de Barents, pues el Presidente Vladimir Putin ha autorizado que se recuperen los cadáveres.
El Viceprimer Ministro, Ilya Klebanov, informó que un primer intento de recuperar los restos de los marineros comenzará en octubre. El accidente se produjo el 12 de agosto último y sólo luego de 9 días, expertos noruegos constataron la muerte de los marinos.
El Presidente Vladimir Putin enfrentó severas críticas de la ciudadanía por la indiferencia inicial y la forma cómo manejó el rescate de los marinos. El Kursk, uno de lo más modernos submarinos de Rusia, se hundió tras ser sacudido por una explosión. (Euro/LY/Au/Ac/ap)