El segundo reunirá, por primera vez, a intelectuales y líderes sociales de todo el mundo que desafían al pensamiento hegemónico y se llevará a cabo en Porto Alegre, Estado de Río Grande do Sul, Brasil. En este estado, gobierna, desde hace desde hace 12 años, el Partido de los Trabajadores con un programa de participación, inclusión social y solidaridad.
«La idea de realizar el Foro Social Mundial, en el mismo período en que se realiza el Foro Económico de Davos no es una mera coincidencia, se trata de construir un espacio alternativo al pensamiento único y a la hegemonía conservadora neoliberal», dice Miguel Rosseto, vicegobernador del Estado Grande de del Estado de Río Grande do Sul en Brasil, que forma parte del equipo organizador y que realizó una visita a Naciones Unidas en Ginebra para promocionar el evento.
Mientras Davos es impulsado por el Foro Económico Mundial, una institución privada con asiento en Ginebra que tiene como miembros a las 2000 empresas más grandes y con mayor crecimiento en el mundo, el de Porto Alegre es organizado por noventa entidades y movimientos sociales de nivel internacional, y por una coalici¢n de 50 entidades y organizaciones populares de Brasil.
En Davos se espera la participaci¢n de 3000 delegados que incluir n a los m s altos ejecutivos de transnacionales como la Coca Cola, McDonald`s, Shell y Nestl’ y a los jefes del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y de la Organizaci¢n Mundial de Comercio (OMC), que comandan el
actual proceso de globalizaci¢n, adem s de pol¡ticos y due_os de medios de comunicaci¢n. En a_os anteriores, han concurrido a Davos Bill Gates (el hombre m s rico del mundo, con una fortuna de 85.000 millones de d¢lares,
segon la revista Forbes), Bill Clinton, Tony Blair, Ernesto Zedillo, Mike More, jefe de la OMC. Kofi Ann n, secretario general de Naciones Unidas, tambi’n ha concurrido tambi’n a Davos, pero este a_o ha deseado ‘xito al Foro de Porto Alegre y ha prometido «seguir las deliberaciones del Foro con especial inter’s», en una carta enviada a Olivio Dutra, gobernador de R¡o Grande do Sul.
En Porto Alegre, se espera la asistencia de 2700 delegados de peque_os campesinos, trabajadores, pueblos ind¡genas, mujeres, iglesias, redes ciudadanas, autoridades locales, y ONGs de Am’rica, Europa, Asia, Africa y Medio Oriente. Estar n presentes destacados exponentes del pensamiento
solidario, pluralista y democr tico como Jos’ Ramos Horta, Premio Nobel de la Paz 1996; el escritor uruguayo Eduardo Galeano; el te¢logo brasile_o Leonardo Boff; el economista egipcio Samir Amin; la escritora y l¡der feminista africana Vandana Shiva; el Premio Nobel de Literatura 1998, Jos’
Saramago. Se espera la llegada de unos 150 diputados: entre otros, asistir n 10 parlamentarios suizos.
Las diferencias
Los prop¢sitos de uno y otro foro son diametralmente opuestos. El de Davos es un instrumento para el establecimiento de la pol¡tica neoliberal pura y dura, que se inici¢ en las d’cadas del 70 y el 80 con los gobiernos de
Pinochet en Chile, Margaret Tatcher en Gran Breta_a y Ronald Reagan en Estados Unidos, y que en la del 90 se extendi¢ a todo el mundo. De su seno han salido iniciativas comerciales de trascendencia planetaria como La Ronda de Uruguay del GATT (que luego desembocar¡a en la formaci¢n OMC) y el Tratado de Libre Comercio de Am’rica del Norte, NAFTA (por sus siglas en ingl’s). Davos es el s¡mbolo y la inspiraci¢n del dogmatismo neoliberal que proclama el achicamiento del Estado y las privatizaciones, la liberalizaci¢n de los mercados y del capital, la rebaja de los impuestos para los m s ricos y el recorte de los gastos sociales.
Los objetivos fundamentales del Foro de Porto Alegre son crear un espacio alternativo para el pensamiento te¢rico, cultural, pol¡tico, econ¢mico y social, y permitir un encuentro de un conjunto de organizaciones que a lo largo de los oltimos han venido resistiendo al proyecto neoliberal. «Esta idea ha sido madurada a lo largo de los oltimos a_os y ha ganado fuerza a partir de los grandes movimientos que desbordan los espacios nacionales
como Seattle, Praga, Washington, las marchas mundiales de Nueva York, y los movimientos de naturaleza continental de lucha por la tierra, la defensa de los derechos ind¡genas y las marchas por el empleo», manifiesta Rosseto.
Igualmente diferentes son las agendas que abordar n los dos eventos en este a_o. En Davos, los representantes de las corporaciones transnacionales y sus aliados discutir n temas claves como la «La formaci¢n de una Corporaci¢n Global», la «Biotecnolog¡a: Planear nuestro futuro» y » C¢mo
tratar la contrarreacci¢n de la globalizaci¢n». En definitiva, en las 300 reuniones planeadas para los 6 d¡as de trabajo, los poderosos hombres de negocios, pol¡ticos e intelectuales tratar n de alcanzar consensos sobre los temas de la globalizaci¢n ?que les ha favorecido enormemente- y la manera de seguir extendiendo sus negocios y su poder, neutralizando a los adversarios, cada vez m s numerosos y organizados.
El tipo de globalizaci¢n que promueve el Foro de Davos ha polarizado las desigualdades, las exclusiones sociales y la pobreza, aseguran sus cr¡ticos. Los tres multimillonarios m s ricos poseen activos que superan el Producto Nacional Bruto de que suman todos los pa¡ses menos desarrollados y
sus 600 millones de habitantes, segon el Informe de Desarrollo Humano 1999 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD. Mientras 200 transnacionales se reparten el mundo y son m s poderosas que muchos Estados, 1200 millones de personas viven en la extrema pobreza con menos de un d¢lar al d¡a; 11 millones de ni_os/as menores de 5 a_os mueren cada a_o por causas que podr¡an evitarse f cilmente; 1000 millones de personas carecen de agua potable y 2500 millones de personas carecen de medios
sanitarios de eliminaci¢n de excretas.
Frente a esta realidad, el Foro de Porto Alegre se ha planteado, como uno de los ejes de sus debates, el tema de la producci¢n, distribuci¢n y concentraci¢n de la riqueza mundial entre las naciones y dentro de las propias naciones, y a partir de ah¡, la discusi¢n sobre el trabajo, el empleo, la hegemon¡a del capital financiero, las consecuencias de los planes estructurales patrocinados por el FMI y el Banco Mundial en los oltimos 20 a_os. Un segundo tema de reflexi¢n se dar sobre la democracia y
la p’rdida de soberan¡a de los Estados nacionales, y el comportamiento de las corporaciones y grandes agencias internacionales que no est n sujetas a ningon control democr tico o ciudadano.
El Foro definir una estructura ejecutiva que le d’ continuidad como red internacional, incluyendo la pluralidad de pensamientos y movimientos all¡ representados. «Nosotros pensamos que el Foro -dice Miguel Rosseto- deber tambi’n producir directrices pol¡ticas que combinen una en’rgica cr¡tica a las pol¡ticas de ajuste y sus consecuencias para el conjunto de las naciones, con la formulaci¢n de alternativas al comercio internacional, al
control capital financiero, los derechos sociales fundamentales y la distribuci¢n de la riqueza».
Las cartas est n echadas sobre la mesa: son dos foros, dos actores, dos formas distintas de vivir y apreciar la mundializaci¢n.
Eduardo Tamayo