«Hay pocos países, en cualquier región del mundo y en cualquier comunidad religiosa, cuyo sistema de justicia permita el castigo con azotes o latigazos a menores», destaco el martes la directora ejecutiva de Unicef, Carol Bellamy.
Además, existe un consenso mundial para proteger a los niños y niñas de la violencia, y en especial de castigos crueles, inhumanos y degradantes como los azotes, señalo Bellamy.
Ese consenso, agregó, esta representado por la ratificación casi universal de la Convencion de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la Infancia y por la Década Internacional para una Cultura de Paz y No Violencia para los Niños del Mundo (2001- 2010).
Bariya Ibrahim Magazu, una adolescente nigeriana de 17 años, recibió la semana pasada 100 golpes de vara en el estado norteño de Zamfara como castigo por su embarazo premarital.
La adolescente, analfabeta, desconocia su derecho a apelar la sentencia y no recibio el debido asesoramiento juridico, segun Unicef.
«Este caso ha provocado un aluvi¢n de criticas dentro de Nigeria y en el resto del mundo, no solo porque la adolescente aleg¢ que su embarazo era producto de una violaci¢n, sino por la falta de respeto a los derechos humanos que representa el castigo aplicado», dijo Bellamy.
La organizaci¢n de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW), con sede en Washington, se_al¢ en su oltimo informe anual publicado en diciembre que varios estados del norte de Nigeria aplican la «Sharia» o ley islamica para castigar diversos delitos o planean aplicarla.
Los castigos previstos por la ley isl mica incluyen la amputaci¢n de miembros y los azotes por delitos o supuestos delitos tales como el robo de ganado o la fornicaci¢n.
Adem s, organizaciones musulmanas voluntarias colaboran con los tribunales para aplicar la Sharia, se_ala el informe de HRW.
Aunque Nigeria comenz¢ su segundo a_o de regimen civil democr tico bajo la presidencia de Olusegun Obasanjo, el gobierno no satisfizo las expectativas generadas por las elecciones de 1999, dice el documento.
«Sigue siendo comon el trabajo infantil, en especial el dom’stico y en general sin remuneraci¢n. Hay numerosos informes sobre tr fico de ni_os y ni_as entre Nigeria y otros estados de Africa occidental, y de mujeres dentro de esa regi¢n y entre Nigeria y Europa», agrego HRW.
Nigeria es uno de los 191 pa¡ses que ratificaron la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la Infancia, que prohibe el uso de los azotes como castigo para los menores.
Los onicos dos pa¡ses que aon no han ratificado la convenci¢n son Estados Unidos y Somalia. Estados Unidos la firm¢ en febrero de 1995, pero a menos que el Senado la ratifique, no tendra fuerza legal en Estados Unidos.
La convenci¢n, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en noviembre de 1989, responsabiliza a los estados miembros por sus acciones hacia los ni_os. El documento fue puesto a la firma en enero de 1990 y entro en vigor siete meses despues.
Entre otras cosas, la convenci¢n establece que todos los pa¡ses deben brindar las m ximas garantias para la supervivencia y el desarrollo de los ni_os, y tambi’n reconoce el derecho de estos a ser escuchados.
La convenci¢n destaca la dignidad de los ni_os y su derecho a la protecci¢n del abuso y la violencia, y su redacci¢n tuvo en cuenta la importancia de las tradiciones y los valores culturales de cada pueblo, subrayo Bellamy.
«Nigeria asumi¢ la obligaci¢n de aplicar los principios de la Convencion, que prohibe el uso de los azotes como castigo para los menores», observo.
La posici¢n de Unicef es clara: «ningun pa¡s debe usar golpes, latigazos ni cualquier otro tipo de violencia como castigo a un menor, bajo ninguna circunstancia», destaco Bellamy.
Unicef ha exhortado a «las autoridades nigerianas responsables» a investigar este incidente y realizar las enmiendas necesarias en su sistema jur¡dico
nacional para garantizar que nunca vuelva a repetirse.