Los niños son del mismo Benin y del vecino Togo e iban rumbo a las plantaciones de cacao, café o para el servicio doméstico. En cualquiera de estos sitios el maltrato es lo cotidiano para los infantes.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, está preparando casas de refugio para recibir a estos niños, al menos temporalmente, mientras se estable su identidad, origen, para luego retornarlos a sus hogares.
Las mafias que trafican con los niños pagan a sus padres unos 28 dólares y les prometen que mensualmente recibirán dinero producto del trabajo de sus hijos, pero esto jamás sucede. Cada año en los puestos de frontera de Benin miles de niños son detenidos cuando son transportados para trabajar en el extranjero. (Af/NH/If-Au-Oi/Dh/mc)