En cuanto a los impuestos, el Partido Laborista y el Conservador, los dos partidos principales, han prometido reducirlos y al mismo tiempo, aumentar la cobertura de los servicios públicos. En cambio, los Liberal-Demócratas han aceptado que la única manera de mejorar los servicios públicos es a través de aumentar los impuestos a las capas más altas de la sociedad.
La inmigración ha sido, en cambio, uno de los temas más polémicos de la agenda política. Para muchos, es necesario que los candidatos sienten su posición respecto del tema, más aún cuando Gran Bretaña ha sido tildada como «relajada» en comparación con el resto de Europa en el tema migratorio y de asilo.
Para otros, en cambio, cualquier apelación al tema de la inmigración equivale a jugar una «carta racial» electoral.
Se calcula que alrededor de un 56 por ciento de la población en edad de votar se presentará a las urnas para elegir entre el Partido Laborista, el Conservador, y el Liberal-Demócrata.
En una encuesta publicada por el diario The Guardian, el ganador en la intenci¢n de votos es Tony Blair, del Partido Laborista con un 48 por ciento, seguido por el conservador William Hague, del Partido Conservador, con un 15 por ciento. (Euro/QR/Au-Ppg-Ppo/Ppe/ap)
Ana Luc¡a Gonz lez