El magistrado francés investiga el Plan Cóndor, una acción coordinada de varias dictaduras latinoamericanas en los años 70 y 80 para perseguir a los opositores políticos sea cual fuera su país de residencia.
Kissinger se encontraba de paso por la capital francesa, para participar de un acto de la UNESCO, circunstancia que fue aprovechada por el juez para hacerle llegar su convocatoria para que preste testimonio.
La respuesta del ex secretario norteamericano de estado llegó por la embajada de Estados Unidos en París, que alegó «que no podía responder favorablemente porque Kissinger tenía otros compromisos fijados desde hace tiempo».
Mediante un escrito, la embajada norteamericana indica que los datos que posee el ex funcionario sobre el tema, son consideradas «informaciones oficiales» por el gobierno de los Estados Unidos.
Según documentos secretos desclasificados en el año 2000, la Agencia Central de Inteligencia estadounidense ( C.I.A. ) estaba al corriente desde 1976 de la existencia y objetivos del Plan C¢ndor.
Desde febrero de 2001, el juez franc’s posee varios de esos documentos, algunos de ellos firmados por el mismo Kissinger, que fue secretario de Estado entre 1973 a 1977. En base a esos elementos fue que el magistrado consider¢ necesario que Henry Kissinger prestara testimonio y aportara los datos que pueda conocer.
El escrito de la embajada norteamericana apunta claramente a evitar que el ex secretario de estado tenga que prestar su declaraci¢n judicial. Varios medios de comunicaci¢n inclusive hablaron de que Estados Unidos prohibi¢ a Kissinger hacer esa declaraci¢n.
La oposici¢n a la dictadura militar del General Pinochet e investigadores de los sucesos de los a_os 70, han se_alado siempre la responsabilidad que atribuyen a Kissinger en la trama golpista que termin¢ con el gobierno constitucional chileno del Presidente Salvador Allende. (Euro/QR/Pf-Au-Oi/Dh-Pl/pt).
Carlos Iaquinandi Castro