¿Cuál es el sentir del público británico sobre la guerra?
Posiblemente la mayoría de la opinión pública se opone a una guerra en la cual el país más rico del mundo aplasta a uno de los más pobres.
El mismo día de la manifestación multitudinaria de Londres hubo más de 300 mil que protestaron en todo el mundo y varios fueron abaleados en Nigeria. EE.UU. ya ha victimado a cientos de civiles afganos.
A medida que estas matanzas sigan sucediéndose, se va a ir dando más atención a las marchas de la gente que también deplora el atentado terrorista en Estados Unidos.
¿Cómo ve el futuro de la coalición antiterrorista?
Frágil. Estados Unidos está invadiendo un país sin mandato de la ONU y sin pedir la venia de la OTAN. Si atacase Iraq, la coalición estallaría. Arabia Saudí está muy preocupada, pues puede ir hacia una seria confrontación interna. En 1839 Inglaterra tomó Kabul para poner a un rey amigo y tres años después 15.000 soldados británicos fueron masacrados por los afganos victoriosos. Washington, como previamente Mosco, puede volver a fracasar. No se puede imponer un r’gimen liberal con invasiones contra la poblaci¢n.
+Ustedes, que se oponen a los ataques, qu’ opinan de los talibanes?
Cuando Bush era gobernador de Texas, los talibanes fueron all¡ a negociar un oleoducto. Ambos apoyaron a los terroristas kosovares. En 1945 yo fui un oficial brit nico en Egipto y en nuestro carnet se dec¡a que est bamos exentos de la ley de ese pa¡s. Lo que la gente del Medio Oriente quiere es que EE.UU. retire sus tropas. La presencia militar en La Meca es como que hayan soldados musulmanes custodiando Roma. En los a_os cincuenta los brit nicos fuimos obligados a dejar Egipto y «nuestros» pozos petroleros en Ir n. EE.UU. colabor¢ en sacarnos, pues ansiaba reemplazarnos. Hoy EE.UU. debe entender que debe salir del Medio Oriente y que deben comprar el petr¢leo en las mismas condiciones que el resto del mundo. Estoy en contra del terrorismo y fundamentalismo, pero EE.UU. tambi’n hace terrorismo para defender un tipo de fundamentalismo: el del mercado. Sus bancos tienen m s poder que las mezquitas o iglesias. Para m¡ no hay un choque de religiones, sino de pol¡ticas. Los musulmanes desean su soberan¡a nacional.
¨Qu’ hacer entonces?
He escrito a diez l¡deres mundiales. La asamblea general de la ONU debe reunirse inmediatamente. Por m s horrendo que nos parezca el superatentado terrorista, EE.UU. no puede pasar por encima de la ONU o de una corte internacional. Bin Laden debe ser juzgado, pero no por los EE.UU. que ya lo conden¢ a muerte. Si no se obra amparados en la ley internacional, la espiral violentista puede volverse incontrolable. Sonia Gandhi de la India me ha respondido positivamente. Dicha asamblea tambi’n debe resolver la cuesti¢n palestina y los bombardeos contra Iraq.
Isaac Bigio
Investigador y profesor en la la London School of Economics