Sin embargo, todos estos movimientos islámicos han logrado crear una importante base social que les permite mantenerse, reclutar adeptos y fondos y tener un mar de simpatizantes donde cobijarse.
India e Israel tienen en común el que ambas fueron colonias británicas hasta 1947-48, fecha en la cual los dos tuvieron guerras civiles que terminaron en masivas transferencias de poblaciones y en la secesión de la mayoría de las zonas predominantemente musulmanes que estaban en sus antiguos países. Mientras Israel se proclama como la única patria de todos los judíos del mundo, India concentra a la gran mayoría de los hinduístas del planeta. Ambos Estados han mantenido una democracia representativa que no ha conocido ninguna interrupción golpista, pese a que han librado guerras con vecinos mahometanos y a que tienen fuertes minorías musulmanas (más del 15% de sus respectivas poblaciones), donde se han atrincherado partidos comunistas o grupos armados.
Sin embargo, India ha mantenido una relación distinta ante los musulmanes que la que ha entablado Israel. Gandhi siempre quizo que la India fuese una república multi-étnica y que ésta integrase a los mahometanos, mientras Israel se proclama como el Estado d euna sola religión esparcida por el planeta. Hoy el presidente de India es un musulmán mientras que su primer ministro es un sikh (2% de la población) que obtuvo su puesto luego que una cristiana (otro 2% de la población) no quiso ocupar éste. Israel, en cambio, nunca ha tenido un solo musulmán o cristiano.
India ha mantenido una provincia (Cachemira), pese a que el 70% es mahometana y que ésta nunca ha tenido la posibilidad de decidir si quiere estar o no en dicha república. El separatismo cachemirense ha generado la presencia de cientos de miles de soldados indios estacionados allí, así como un estado de guerra casi permanente y dos guerras con Pakistán, quien fomenta a los nacionalistas mahometanos de dicha provincia.
Mientras Israel se ha enfrentado a todos sus vecinos y al mundo musulmán, India ha rivalizado solamente con Pakistán, quien ha devenido en la única potencia nuclear del Islam. India ha logrado, además, haber patrocinado la división de Pakistán y el nacimiento de Bangla Desh.
Para Osama Bin Laden y el pan-islamismo el gran enemigo son los ‘cruzados’ occidentales e Israel quien ha creado un enclave occidental en medio del mundo árabe y musulmán localizándose en uno de sus lugares más sagrados. Israel es rechazado por todos los nacionalistas islámicos por la forma en la cual no integra a los mahometanos en los puestos claves de su estado, como ha ido desplazando a los palestinos, y como ha librado tantas guerras con sus vecinos árabes.
India, en cambio, no recibe tal rechazo. Sin embargo, se ha convertido en un enemigo para varios movimientos mahometanos debido a la cuestión de Cachemira, a la rivalidad con Pakistán (quien no le perona haberle separado de Bangla Desh y Cachemira) y a que en los últimos años se ha desarrollado un nacionalismo religioso hinduísta que ha llegado a estar en el poder y que ha alentado violencia contra mezquitas y civiles musulmanes.
Isaac Bigio
Analista Internacional