Su candidatura competirá con prestigiosos museos internacionales y nacionales como es el Guggenheim de Bilbao, el Museo Nacional de Cerámica de Valencia, el de Cine de Girona, el Museo de Zamora o el del Ferrocarril de Gijón.
Este pequeño centro, ubicado en la Torre Vieja de San Clemente, un edificio del siglo XVI propiedad del marqués de Villena, contiene 700 piezas que recogen toda la historia del pueblo desde hace 200 años, gracias a la aportación de los vecinos del pueblo. Su alcaldesa, Herminia Esteso, lo califica como «el orgullo y la joya» de San Clemente.
En el museo etnográfico se representa cómo se fabricaban los ricos quesos manchegos, los embutidos o el pan; cómo se trabajaba la tierra, o cómo se guiaba al ganado, recuperando también un vocabulario perdido a medida que perdían utilidad todos estos instrumentos. Así, los tradicionales aperos de labranza, antiguos utensilios de cocina o las ropas de los pastores, su garrota o sus abarcas (calzado de caucho), competirán junto a las vanguardistas y reconocidísimas pinturas de Kandinski, Miró o Rauschenberg que se muestran en el bilbaíno Museo Guggenheim. Esto demuestra, a juicio de Esteso, «que todo en esta vida tiene su valor», y que la historia acreditada de todo un pueblo y su cultura también es comparable con la historia del ferrocarril, la del cine o con el arte moderno, informa hoy Nuria Amago desde Cuenca en el diario EL PAIS.