Nunca abrir un sobre con una nota de prensa nos había producido tan grata impresión. El tan cacareado espíritu latino y deportivo que Seat debía imprimir en sus productos se plasma por fin en su primera realización tangible: el Toledo Cupra, un modelo capaz de convertir a Seat en rival de Alfa Romeo o BMW.
El Cupra es, de momento, un prototipo, pero su cuidada elaboración no deja lugar a dudas: pasará a la serie. La carrocería rebaja su altura y recibe un kit aerodinámico, con un faldón delantero de impecable diseño que repite en su toma de aire el motivo de la parrilla. Los faldones laterales agrandan su recorrido y, la trasera, también cambia el paragolpes. Las descomunales llantas de 18 pulgadas de diámetro se calzan con gomas de perfil ultrabajo y considerable anchura, demasiado radicales para un modelo de serie.
Pero el trabajo más importante se ha realizado en el motor, y es que el Cupra es la primera versión sobre este chasis del grupo Volkswagen en utilizar el nuevo VR6 de 2.8 litros, un motor de seis cilindros en l¡nea transversal que rinde la friolera de 204 CV.
Para trasladarlos al suelo Seat recurre a dos elementos t¡picamente Audi, la caja de cambios de seis velocidades y la tracci¢n total, con un mecanismo tipo Halden que reparte la potencia en funci¢n de la adherencia de cada rueda. El interior, aunque no ha sido facilitada ninguna imagen, no debe renunciar al lujo combinado con la deportividad. Con esta mec nica el Toledo se convierte en la berlina media de seis cilindros m s potente del mercado europeo, por encima del Alfa 156 (190 CV), o BMW Serie 3 (193 CV), y onicamente contestada por su primo lejano el Audi S6, con motor biturbo y 260 CV.
Este alucinante ingenio es aon un prototipo, pero su comercializaci¢n es casi segura, sobre todo si la intenci¢n es situar a Seat en la ¢rbita de las marcas que trabajan el concepto de berlina deportiva, el fichaje como dise_ador jefe de Walter da Silva, autor de los Alfa 156 y 166 entre otros, va por el mismo camino.
MARIO ESCAT