Esta en esencia era la posición de Abdul Haq, el principal comandante pashtú anti-talibán y el æmujahedinÆ que mejor podía servir para hacer una amplio coalición entre el rey y la Alianza. Anteriormente Haq había sido recibido como héroe por Reagan y Thatcher.
Tras el inicio de los bombardeos Haq retornó clandestinamenta a Afganistán para insurreccionar a los pashtúes, pero los talibanes lo ejecutaron. Sus partidarios critican a la CIA por no haberles colaborado. Pocos días antes de ser asesinado Haq declaró que para él antes de la intervención estadounidense los talibanes perdían mucha popularidad y se estaban dando las condiciones para que se produzca un levantamiento exitoso contra éstos.
Mas, los bombardeos han reforzado al Talibán quien ahora cultiva el nacionalismo pashtú contra los EEUU y contra la Alianza Norteña. La mejor manera de derrocar al régimen de Kabul sería, para Haq, parando los ataques norteamericanos y permitiendo que los afganos por sí solos lo hagan.
Haq siempre trabajó cercanamente a los EEUU pero criticaba el hecho que ‘ste no le importaba todo el sufrimiento que estaban causando sobre el pueblo afgano o cuantos afganos pudiesen perecer. En relaci¢n a los grupos rabes de Bin Laden Haq afirm¢ ‘sabemos quien los trajo a Afganist n en los 1980s, quien les arm¢ y les di¢ una base: fueron la CIA y los norteamericanos. Pero los estadounidenses que hicieron ello recibieron medallas e hicieron buenas carreras. En cambio, quienes cuando durante todos estos a_os sufrieron por parte de estos rabes y sus aliados fueron los afganos. Ahora que EEUU es atacado, en vez de castigar a los norteamericanos que hicieron eso, se castiga a los afganos.’
UN REMEDIO PEOR QUE LA ENFERMEDAD?
En 1996 los EEUU ve¡a con buenos ojos como sus aliados Arabia y Pakist n ayudaron a los Talibanes a deponer al gobierno de Rabani. Un lustro despu’s Bush arma a la Alianza Norte_a de Rabani contra los talibanes.
Se justifica eso por que se arguye que los talibanes protegen a Bin Laden, son narcotraficantes e imponen una sociedad fundamentalista hostil a las mujeres.
Sin embargo, quienes primero trajeron Bin Laden a Afganist n son los miembros de la Alianza. Bin Laden no tuvo nada que ver con la formaci¢n de los talibanes ni cuando ‘stos tomaron el poder, es m s Bin Laden inicialmente escap¢ de ellos.
Los talibanes jam s han dicho que no lo entregar¡an. Su jefe Omar abiertamente condena los atentados perpetuados contra los EEUU producido durante y antes del 11 de septiembre. Despu’s de la destrucci¢n de las torres gemelas ‘l neg¢ el derecho de Bin Laden a lanzar ‘fatwas’ (dict menes religiosos) y ha ofrecido entregarlo a una corte musulmana internacional en caso que se presenten pruebas. Mas, EEUU no logra presentar ‘stas ni quiere otra alternativa que no sea entregarle directamente a Bin Laden a quien ya han sentenciado, sin previo jucio, a muerte.
En cuanto a la producci¢n del opio es cierto que ‘ste fue la principal base econ¢mica local de los talibanes pero en la siembra del 2000 Kabul orden¢ la erradicaci¢n de todos los cultivos. Afganist n, de ser el productor del 70% del opio mundial, pas¢ a tener un residuo insignificante de esta material prima de la hero¡na. La onica regi¢n donde el opio triplic¢ su producci¢n fue en los territorios controlados por la Alianza.
Quienes primero derrocaron a la repoblica para instaurar un orden teocr tico que semi-esclavizaba a las mujeres fueron los de la Alianza. Las huestes de Rabani asesinaban maestras y destru¡an escuelas de ni_as. Abdul Sayyaf, l¡der de la Alianza, echaba cido a las mujeres que andaban sin velo y no habla con personas del sexo opuesto.
La destrucci¢n de Afganist n probablemente fue perpetruada m s por las masacres entre diversas fracciones mujahedines y de la propia Alianza Norte_a que como efecto de la guerra contra la intervencion sovi’tica.
Los talibanes en todo momento hab¡an querido congraciarse con los EEUU. Su caudillo Omar les dec¡a que el tipo de sociedad que ellos propon¡a era similar al de Arabia Saudita, el pa¡s que tanto los financi¢ e inspir¢ y que es tan aliado de los EEUU. Quisieran coartar ello y seguir controlando ‘sta.
Isaac Bigio
Investigador y profesor de la London School of Economics & Political Sciences.