Este llamamiento se produjo a propósito de la próxima ejecución de Timothy McVeigh, condenado a muerte por la explosión de una bomba en Oklahoma en 1995 que mató a 168 personas. La sentencia debía cumplirse el 16 de mayo, pero fue aplazada para el próximo 11 de junio.
Timothy McVeigh confesó ser el autor del atentado en un libro. Su ejecución fue aplazada después que el FBI admitió que miles de documentos no estuvieron disponibles durante el juicio.
La petición de Amnistía Internacional ha sido secundada por destacadas organizaciones contrarias a la pena de muerte, como la Coalición Nacional para Abolir la Pena de Muerte, Familias de las Víctimas de Asesinato por la Reconciliación y el Comité de Servicios de la Sociedad Americana de los Amigos.
Ajamu Baraka, de la Sección Estadounidense de Amnistía Internacional, dijo que la aplicación de la pena de muerte en Estados Unidos es algo escandaloso desde el punto de vista de los derechos humanos. Esto a pesar de los comprensibles sentimientos que provoca el caso McVeigh.
A trav’s de una carta enviada al presidente Bush, Amnist¡a Internacional afirma que «se opone sin reservas al homicidio planeado de Timothy McVeigh, al igual que a todas las ejecuciones». Aunque tambi’n dijo que siente profundamente el dolor de los sobrevivientes y de las familias de las v¡ctimas del atentado.
La organizaci¢n defensora de los derechos humanos considera que la pena de muerte sirve s¢lo para perpetuar la espiral de violencia y no para controlarla.
Adem s, indica que a pesar que los homicidios judiciales se ven como un derecho de las v¡ctimas, muchos familiares de v¡ctimas se oponen a la pena de muerte. Afirman que ya es suficiente, que ya es hora de poner fin a los homicidios en su nombre.
Ajamu Baraka dijo que «Estados Unidos debe mostrar al mundo que puede ponerse por encima de la mentalidad del delincuente y encontrar m’todos mejores que responder a la violencia con m s violencia y a la muerte con m s muerte». (Eu/YZ/Oi/Dh-Pl/ap)