El documento final, denominado «Carta de Santo Domingo» fue rubricado por los 29 Ministros o responsables de las políticas culturales del área. En el mismo sostienen que, ôla diversidad en
América Latina y el Caribe debemos asumirla con la participación de todos. La marginación por razones étnicas, ling³ísticas, religiosas, geográficas o de cualquier índole es un obstáculo esencial para el desarrollo». Al tiempo señalan que la potencialidad, riqueza y valor de la cultura latinoamericana representa una realidad incuestionable en el mundo.
«Lo que está en juego son las capacidades para transformar nuestras experiencias y riquezas en prácticas gerenciales que catalicen y sostengan nuestras posibilidades reales de integración», sostiene el documento. Seguidamente añade que ôlos pueblos latinoamericanos y caribeños organizamos nuestras formas de convivencia e interacción a partir de nuestra diversidad a través de las más diversas expresiones culturales que ya son aportes originales a la cultura mundial».
En las cuatro jornadas que dur¢ la cita, los participantes ratificaron su compromiso por consolidar reuniones de esas caracter¡sticas, a fin de contar con un espacio consensuado para la definici¢n de pol¡ticas y estrategias de inter’s comon ante los foros mundiales. En ese sentido, el documento final sostiene que es menester avanzar hacia formas superiores de cooperaci¢n, «hacia una interpretaci¢n basada en el respeto irrestricto a la diversidad».

