Hasta 1947 éste era parte del dominio británico en la India. Si este subcontinente se hubiese mantenido unido hoy sería el país más poblado del mundo. Mas, los islamistas exigieron el recorte de la India de acuerdo a religions. Las dos grandes zonas mahometanas al oeste y al este de la India decidieron independizarse fundando Pakistán: un estado ficticio que no se basaba en una etnia o un pasado común que le delimitase del resto de la India. La partición de la India produjo millones de desplazamientos y la creación del único país del mundo cuyos dos extremos estaban separados por miles de kilómetros.
Durante los 54 años de vida que India y Pakistán tienen siempre ambos han chocado. En 1971 gracias al apoyo indio Pakistán Oriental se independizó como Bangladesh. Pakistán, a su vez, apoya a los separatistas musulmanes de Cachemira contra la India.
Pakistán, por que ha vivido siempre con problemas en su frontera oriental, requiere de apaciguar su frontera occidental: Afganistán. Ambos países son musulmanes sunnitas y tienen una amplia poblaci¢n pashto. Mas, esta misma es una manzana de la discordia.
A fines del siglo pasado el imperio brit nico traz¢ la l¡nea que le demarcaba con Afganist n y en ‘sta dividi¢ a las tribus pashtoes.
Tradicionalmente Kabul pedía que esas reas retornasen a Afganist n. Daud, como principal poder tras el trono de Zahir y luego como presidente, acentu¢ este irredentismo exigiendo que el Pahstust n (es decir las provincia Baluche y Noroeste de Pakist n) se reuna con el resto de los territorios pashtoes en Afganist n.
Pakist n en s¡ es un ente multi-‘tnico donde sus nacionalidades occidentales (pashtoes y baluchis) tienen tradiciones n¢mades y all¡ han germinado movimientos irredentistas. Al este est n los sindis y punjabis, quienes est n lingu¡sticamente m s emparentados con los indios occidentales.
Pakist n necesita de un Afganist n islamista no solo como una contraparte a la India y sus dos aliados Ir n y Rusia, sino para evitar el nacionalismo pashto y baluche.
Durante la guerra fr¡a Pakist n fue uno de los baluartes de EEUU en la regi¢n y el principal organizador de los mujahedines anti-comunistas afganos, mientras que India promov¡a el no alineamiento o buenas relaciones con Mosco.
Cuando el gobierno pro-sovi’tico de Najibullah cay¢ en 1992, Pakist n ten¡a su propio partido pashto afgano: los islamistas de Hekmaytar. En las disputas que ‘l tuvo con el tadjik Rabbani Kabul fue arrasada y 50,000 civiles fueron asesinados. Cuando Pakist n ve¡a que no consegu¡a mucho con
Hekmaytar decidi¢ apuntalar a los talibanes.
El quinquenio talib n fue un puntal para Pakist n. Empezaba a darle estabilidad a su frontera occidental y se empezaban a trazar planes para un gaseoducto que lleve el gas del Asia central hacia su superpoblado pa¡s.
Lahore ve¡a en el Afganist n talib n un puente con las nuevas repoblicas mahometanas y ricas en hidrocarburos del Asia central.
La oltima embajada talibana que sobrevivi¢ en el mundo fue en Lahore. Para los servicios secretos pakistan¡es (ISI) resulta muy dificil tener que atacar a su mayor creaci¢n: el Talib n. El ISI quisera mantener a los talibanes o crear un ala moderada.
El dictador Musharraf se siente inc¢modo con la actitud de Bush. Ambos ten¡an planeado golpear a los talibanes pero tambi’n impedir que la Alianza Norte_a tome Kabul.
Las tropas aliancistas marcharon sobre la capital dando mueras a Pakist n y se enorgullecen de ejecutar a combatientes y prisioneros pakistan¡es.
Pakist n tiene 3 millones de refugiados afganos y su provincia nor-occidental es muy influida por islamistas anti-EEUU. Unos diez mil voluntarios pakistan¡es cruzaron el borde para socorrer al Talib n.
Hay 40 partidos islamistas en Pakist n, que tienen un peso electoral peque_o pero tienen mucho asidero en las FFAA y la polic¡a. Hay, adem s, una fuerte oposici¢n democratizadora y sindical.
Existe la posibilidad que la Guerra afgana acabe perjudicando a los EEUU en la medida que est desestabilizando a su principal aliado en el centro asi tico.
Isaac Bigio
Investigador y profesor de la London School of Economics & Political Sciences