Hasta los menores de edad pueden participar en ciertas acciones sociales pero otra cosa es transformarlos en soldados donde su infancia es expropiada al servicio de señores de la guerra.
Recientemente fue publicitada la imágen de un quinceañero afgano comandante de 300 tropas. Mas, en ningún otro país este fenómeno es tan agudo como en Sierra Leona. En este país africano occidental casi la mitad de sus 5,2 millones de habitantes han sido desplazados en una década de guerra civil y unos 100,000 han sido asinados o mutilados. Todas las fracciones armadas usan a menores de edad que son reclutados a la fuerza ya sea para combatir, para hacer labores auxiliares o como esclavas sexuales. Se han reportado más de 10,000 niños soldados. Víctimas de secuestros y de la separación de sus familias ellos son obligados a victimar a otras personas. Sin tener mucha madurés y valores ellos son presionados y bajo los efectos del alcohol o las drogas son tornados en carniceros. Por su agilidad, tamaño y falta de escrúpulos muchos de ellos son transformados en armas temibles y en blancos que no merecen mayor cuidado. El no consumir estupefacientes es visto a veces como un acto de deserci¢n que merece la mayor pena.
Una de las formas usadas para torturar a las v¡ctimas es ponerles un cartel que diga ‘ojo’, ‘pierna’, ‘brazo’ o algon otro miembro que ellos vayan a cortar. Muchas ni_as son obligadas a servir sexualmente a los ni_os combatientes que las capturan y hay miles de casos de menores madres o con enfermedades sexuales como el SIDA.
Toda una generaci¢n ha sido afectada por ese estrago. Diversos intentos han sido hechos para obligar a las diversas fracciones a desmovilizar a los menores de edad, pero aon hay muchos de ellos. Lo m s penoso es que el reclutamiento forzoso de infantes se ha convertido en una pr ctica normal en muchos conflictos civiles, particularmente en el Africa.
Isaac Bigio
Investigador y profesor de la London School of Economics & Political Sciences.