Al igual que las propuestas de política energética, basadas únicamente en la construcción de centrales nucleares y a base de carbón, y en la prospección petrolífera en zonas de gran valor ecológico en Alaska. El intento de resucitar el escudo antimisiles puede dar lugar a una nueva carrera armamentista, al igual que una política exterior agresiva y prepotente, por no hablar de una política económica que agrava las desigualdades en el mundo y en los propios Estados Unidos. George W. Bush es un ferviente defensor de la pena de muerte y el mayor enemigo público del medio ambiente, la paz y la equidad, tanto en Estados Unidos, como en el mundo, razón por la que Los Verdes-Izquierda Verde llama a la opinión pública a expresar su rechazo contra su visita y a manifestarse en Madrid el domingo 10 de junio a las 12:00 horas desde Plaza España (esquina Gran Vía) a Sol.
La próxima reunión de Bonn, en el mes de julio, continuación de la fracasada cumbre del clima de Naciones Unidas celebrada en La Haya en noviembre pasado (COP6), corre el riesgo de fracasar e incluso el Protocolo de Kioto y todas las medidas encaminadas a prevenir el cambio clim tico est n en peligro, a causa de la administraci¢n republicana de Bush.
El Protocolo de Kioto de diciembre de 1997 concluy¢ con la adopci¢n de un acuerdo de reducci¢n de emisiones de gases de invernadero por los pa¡ses industrializados. El compromiso, que se encuentra en un dif¡cil periodo de ratificaci¢n, obliga a limitar las emisiones conjuntas de seis gases (CO2, CH4, N2O, compuestos perfluorocarbonados (PFC), compuestos hidrofluorocarbonados (HFC) y hexafluoruro de azufre) respecto a las de 1990 durante el periodo 2008-2012, en proporciones diferentes segon el pa¡s: reducci¢n de un 8% para el conjunto de la Uni¢n Europea, un 7% para EE UU y un 6% para Jap¢n. Ucrania, la Federaci¢n Rusa y Nueva Zelanda se comprometen a mantener sus emisiones de 1990.
En conjunto la reducci¢n global acordada es de un 5,2% para los pa¡ses industrializados (anexo I del Convenio). El Protocolo no obliga en una primera fase a los pa¡ses en desarrollo, dadas sus menores emisiones por habitante. El a_o base se compone de las emisiones de 1990 de CO2, CH4 y N2O, y las emisiones de 1995 de los compuestos perfluorocarbonados (PFC), compuestos hidrofluorocarbonados (HFC) y hexafluoruro de azufre).
EE UU se comprometi¢ a reducir sus emisiones en s¢lo un 7%. Entre 1990 y 1998 las emisiones estadounidenses han aumentado un 21,8%. EE UU en 1990 (a_o base) emiti¢ 4.888, 8 millones de toneladas de CO2 equivalente. En 1998 las emisiones aumentaron a 5.953, 9 millones de toneladas de CO2 equivalente. EE UU, con s¢lo el 4,7% de la poblaci¢n mundial, emite el 25% de las emisiones mundiales, y cinco veces m s que la media mundial.
Para que el Protocolo de Kioto entre en vigor debe ser ratificado por un nomero suficiente de pa¡ses, que en conjunto sean responsables del 55% de las emisiones de los pa¡ses del Anexo I.
Dada la irresponsabilidad de la administraci¢n republicana de EE UU, y su oposici¢n a la ratificaci¢n, ‘sta no est ni mucho menos asegurada. Estados Unidos, con el 36,1% de las emisiones en 1990 de los pa¡ses del Anexo I, en la pr ctica casi tiene poder de veto, mas cuando cuenta con la complicidad de otros pa¡ses, como Australia. La Uni¢n Europea quer¡a que el Protocolo de Kioto entrara en vigor en el a_o 2002, coincidiendo con la Cumbre R¡o+10 en Johannesburgo (Sur frica). Hoy es casi imposible, a causa de Bush.
Estados Unidos es el pa¡s que m s dificultades ha creado, imponiendo en el pasado los mecanismos de flexibilidad, para no reducir sus emisiones, y tratando de obligar a que algunos pa¡ses del Tercer Mundo asuman compromisos de reducci¢n, algo que va contra el esp¡ritu y la letra del Protocolo. Dada la postura de Bush y la mayor¡a republicana en el Congreso y en el Senado, es muy improbable que EE UU ratifique el Protocolo de Kioto. Si al final se impone la postura de George W. Bush, el presidente del mayor contaminador mundial, y la presi¢n de otros gobiernos y de la opini¢n poblica es insuficiente, la situaci¢n se agravar¡a aon m s. No obstante m s del 75% de la poblaci¢n estadounidense quiere ratificar el Protocolo de Kioto y desea actuar para frenar el cambio clim tico.
Tal como han propuesto los partidos Verdes en el oltimo congreso mundial en Australia, hay que boicotear a las empresas petrol¡feras estadounidenses (Exxon, Texaco y Chevron), que son las que en oltima instancia dictan la postura de Bush, y pedir a nuestros gobiernos la adopci¢n de las siguientes medidas:
1. Ratificaci¢n inmediata del Protocolo de Kioto.
2. Elaboraci¢n de Planes para como m¡nimo cumplir los compromisos internacionales, frenando y reduciendo las emisiones de gases de invernadero, y en especial el CO2.
3. Aumento de la eficiencia energ’tica, proporcionando mayores servicios con un menor consumo energ’tico. Nueva fiscalidad ecol¢gica, para reducir el despilfarro y la destrucci¢n del medio ambiente.
4. Desarrollo de las energ¡as renovables, especialmente la e¢lica y la solar directa.
5. Poner en pr ctica de forma urgente nuevas pol¡ticas de transporte, que frenen el uso desmedido del autom¢vil privado y del transporte a’reo, los modos de transporte m s contaminantes.
6. Los gobiernos deben crear Comisiones del Clima, con participaci¢n de la sociedad civil, incluidas las organizaciones sindicales, ecologistas y vecinales.