Consultando a los pilotos privados del gigante DynCorp en los Andes, sus misiones iban desde fumigaciones aéreas hasta misiones de intervención con helicópteros transportando tropas a los puntos calientes. Si se cree en las palabra de DynCorp, cualquier posibilidad de que la organización esté implicada en el tráfico de drogas es absurda. «Lo crean o no, somos una compañía muy ética» afirma un oficial senior de DynCorp, quien insistió en que su declaración era oficiosa. «Hacemos todo lo que podemos para asegurarnos de que la gente que contratamos es ética».
Sin embargo, la existencia de un documento que The Nation ha obtenido recientemente (mediante la Freedom of Information Act – Ley de Libertad de Información) de la Drug Enforcement Administration DEA -en combinación con la falta de disposición de cualquier agencia del Gobierno de EEUU o Colombia para explicar con más detalle el documento- tiene a algunas personas tanto en Washington como en otras partes preguntándose si, al igual que todas las dem s entidades implicadas en la lucha contra la guerra del narcotr fico, DynCorp podr¡a tener una o dos manzanas podridas en la cesta. Segon un informe de inteligencia mensual de la DEA del a_o pasado, funcionarios de la fuerza de
Polic¡a Nacional de Colombia PNC/CNP, interceptaron y abrieron, el 12 de Mayo de 2000, un paquete enviado por US-bond Federal Express en el Aeropuerto Internacional de El Dorado en Bogot . El paquete «conten¡a dos (2) botellas peque_as de un l¡quido espeso» que «ten¡a la misma consistencia que el aceite para motores». El comunicado continoa informando de que la sustancia l¡quida «dio positivo en la prueba para detectar hero¡na» y que «el l¡quido que supuestamente conten¡a hero¡na pesaba aproximadamente 250 gr.»
(Hay que rese_ar que la hero¡na en estado puro es soluble en el aceite para motores, y por lo tanto puede extraerse sin demasiada dificultad).
Pero tal vez la noticia m s intrigante del documento de la DEA es la que hace referencia a la persona a la que se dice que pertenec¡a el paquete: un empleado de DynCorp sin nombre, que enviaba el paquete al Cuartel General para las Operaciones Andinas que tiene la Compa_¡a en la Base A’rea de Patrick, en Florida. Aon m s interesante es la reticencia de DynCorp y del Gobierno a ofrecer detalles de importancia para apoyar su argumento de que esta situaci¢n no es realmente lo que parece.
Segon la portavoz de DynCorp, Janet Wineriter, el l¡quido viscoso que testaron los colombianos no estaba, de hecho, mezclado con hero¡na; se trataba simplemente de «muestras de aceite de los componentes principales de los aviones» que los t’cnicos de
DynCorp tienen que tomar y enviar a los EEUU de «forma peri¢dica». Adem s a_adi¢
que el test realizado para detectar droga se llev¢ a cabo «con un equipo aparentemente defectuoso» que origin¢ «una lectura incorrecta». Wineriter no puede especificar qu’ procedimiento de comprobaci¢n o qu’ equipos fueron utilizados. Asimismo, identific¢ como fuente de su explicaci¢n a Charlene A. Wheeless, vicepresidenta deDynCorp para comunicaciones corporativas.
Incapaz de aportar ninguna otra fuente de informaci¢n m s all de Wheeless («asumo que cuando alguien pasa esta informaci¢n, esta informaci¢n es exacta»), Wineriter dijo a The Nation que exigiera a la Polic¡a Nacional Colombiana y al Ministerio de Asuntos Exteriores m s detalles. El enlace del Ministerio de Asuntos Exteriores con DynCorp no devolv¡a las llamadas, y cuando se contact¢ con la Polic¡a Nacional Colombiana en Bogot un oficial inform¢ a The Nation que la PNC no iba a hacer ningon comentario sobre el tema, derivando todas las consultas a la DEA. Un portavoz de la DEA en Washington afirm¢ que el tema no era un caso de la DEA, y deriv¢ las llamadas a la Embajada de EEUU en Bogot .
A la embajada le llev¢ seis d¡as el preparar una respuesta concisa de 143 palabras a las preguntas de The Nation – una respuesta que repet¡a, pero no reflejaba el informe de DynCorp.
La embajada confirm¢ que los frascos de aceite son «enviados de manera rutinaria a las instalaciones de DynCorp en la Base A’rea Patrick para proceder a realizar an lisis relacionados con el correcto mantenimiento» de los aviones y confirm¢ que «varias muestras de aceite de motor de aviones» hab¡an sido confiscadas por la polic¡a colombiana quien utiliz¢ «el equipo NARCOTEX y detect¢ la presencia de hero¡na en cantidad no especificada». A diferencia de DynCorp, la embajada no culpa a los resultados de las pruebas de un resultado positivo err¢neo causado por un equipo defectuoso; lo que resulta extra_o es que la embajada no tiene ni idea de lo que ha sido en oltima instancia del aceite encontrado. La embajada declar¢ que «las muestras encontradas en el aeropuerto fueron enviadas al Instituto Forense de la PNC para ser analizadas, pero la PNC no sigui¢ el asunto con posterioridad con la Embajada de EEUU o el personal de DynCorp de Colombia», y a_adi¢ que la embajada «ha pedido a la PNC que aclare la situaci¢n de la investigaci¢n sobre este tema».
Quedan muchas preguntas sin respuesta sobre la intercepci¢n que hizo la PNC del paquete de DynCorp en Bogot el pasado a_o. Mientras no tiene nada de extraordinario el que se env¡en unas muestras de aceite de avi¢n a la base de DynCorp en los EEUU, la declaraci¢n de DynCorp de que un equipo para realizar pruebas de detecci¢n de droga mal calibrado caus¢ un resultado positivo err¢neo ha hecho que los expertos se queden sorprendidos – al igual que la propia descripci¢n de las pruebas que hizo la Embajada de EEUU.
A la hora de pedir que se especificara qu’ era exactamente el «equipo NARCOTEX» y qu’ metodolog¡a utiliza para las pruebas, un funcionario de la embajada respondi¢ que no ten¡a «ni idea». Un agente veterano de la DEA afirm¢ que «nunca hab¡a o¡do hablar de nada llamado NARCOTEX», y despu’s de una exhaustiva rueda de investigaci¢n, los miembros de la plantilla de la International Association of Chiefs of Police?s Drug Recognition Experts Section declararon a The Nation que no hab¡an podido encontrar pruebas de ninguna tecnolog¡a para la detecci¢n de droga con ese nombre. Y segon algunos cient¡ficos con experiencia en pruebas qu¡micas y en la investigaci¢n de opi ceos, la informaci¢n suministrada por DynCorp y la Embajada de EEUU en Bogot no es ni siquiera suficiente para averiguar de manera independiente lo que hab¡a en aquellas botellas encontradas por la polic¡a colombiana.
Peter Facchini, bioqu¡mico de la Universidad de Calgary e importante experto en opi ceos, se_ala que puede que se hayan llevado a cabo o no cualquier nomero de diferentes tipos de pruebas, y sin conocer las especificaciones o los protocolos de laboratorio, es imposible proporcionar una conclusi¢n cient¡fica. Pero, tanto ‘l como otros a_aden que, es poco probable que ningon aparato para hacer pruebas identificara de manera err¢nea algo como hero¡na en aceite de motor. Las pruebas para la detecci¢n de coca y opi ceos buscan la presencia de alcaloides – y los alcaloides, afirma Facchini,
no se presentan de manera natural en el fuel-oil. «No puedo ni imaginar ninguna raz¢n por la que debiera haber restos de un alcaloide en el aceite de un avi¢n o en el aceite de motor – eso no tiene ningon sentido» nos comenta.
Thomas Tullius, jefe del departamento de qu¡mica de la Universidad de Boston (y autor del estudio que refuta la idea del gobierno de EEUU de que tiene suficientes pruebas de que la planta farmac’utica de al-Shifa en Sud n produc¡a gas nervioso), encuentra la explicaci¢n de DynCorp tambi’n curiosa. «Tal vez haya algo en el aceite de motor que pudiera producir una reacci¢n cruzada, pero me sorprender¡a bastante el comprobar que eso fuera as¡» afirma Tullius. «Esto es como el asunto de al-Shifa – no se dan a conocer los m’todos precisos utilizados o los datos encontrados».
Y segon Adam Isacson, asociado y especialista en Latinoam’rica del Center for International Policy, el modo en que han manejado la situaci¢n DynCorp y el Estado no inspira, precisamente, confianza. «Parece que no tienen ni idea sobre el resultado de este caso, y no parece que tengan muchas ganas de descubrir lo que sucedi¢», observa Isacson. «Tienen inter’s en esconder la porquer¡a barrida debajo de la alfombra. No quieren que nada descarrile el Plan Colombia, y en relaci¢n a eso encontramos la disposici¢n de permitir que contratistas trabajen en casi completo secreto. Todo aquello que suscite el m s m¡nimo cuestionamiento ha de ser evitado, como si de una plaga se tratara- no quieren que la gente piense en DynCorp porque entonces la gente podr¡a investigar toda la pol¡tica».
Lo que los cr¡ticos del Plan Colombia esperan suceder a lo largo de las siguientes semanas. El 27 de Junio el Foreing Operations Subcommittee (Subcomit’ para Operaciones For neas) of the House Appropriations Committee (Comit’ de Asignaciones Presupuestarias de la C mara de Representantes) comenz¢ a moldear el paquete presupuestario exterior para el pr¢ximo a_o, que incluye la financiaci¢n de la Iniciativa Antidrogas Andina, una medida que esencialmente ampl¡a el Plan Colombia a los pa¡ses vecinos como Pero, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Brasil y Panam . Mientras que la Administraci¢n Busch ha solicitado m s dinero para la ayuda al desarrollo, la mayor¡a del dinero sigue estando destinado a asistencia militar (71% en el caso de Colombia), y continoa la financiaci¢n de la fumigaci¢n y la erradicaci¢n manual de la coca y plantaciones de adormidera que DynCorp lleva a cabo bajo contrato con el Estado.
Se han hecho un nomero de enmiendas a la ley de apropiaci¢n que ocasionar¡an desde imponer una moratoria de la fumigaci¢n hasta detener los gastos militares de los EEUU en los Andes, y los activistas tienen la esperanza de que alguna de estas enmiendas pueda salir adelante. Mientras las filas Republicanas est n llenas de orgullosos guerreros anti-droga, incluso algon conservador – como el House Government Reform Committee Chairman Dan Burton – est aumentando su desconfianza hacia las operaciones de DynCorp; Burton est muy molesto por lo que ‘l aprecia como una falta de responsabilidad por parte del contratista por lo que est considerando la posibilidad de iniciar acciones legislativas. El Representante dem¢crata Jan Schakowsky, entre tanto, est defendiendo una ley que impondr¡a una prohibici¢n sobre el uso de contratistas militares privados como Dyncorp, citando todo lo relacionado con la intransigencia del Estado a la hora de responder a las preguntas del Congreso sobre la posibilidad de que EEUU se implique m s en una guerra exterior que se lleva a cabo, en su mayor parte,
fuera de la vigilancia de la opini¢n poblica.
Segon Schakowsky «Todas estas preocupaciones refuerzan mis puntos de vista sobre que los EEUU deber¡an, de manera inmediata, rescindir el contrato con Dyncorp y todas las dem s compa_¡as privadas que llevan a cabo operaciones «sensibles» y de car cter militar en la Regi¢n Andina». «Informes de que empleados de Dyncorp se han visto implicados en acusaciones de tr fico de drogas, cuando precisamente se les paga ayudar a erradicarlo, onicamente refuerzan mi convicci¢n de que la falta de informaci¢n es una pol¡tica equivocada. Es frustrante para los periodistas, pero ultrajante para los miembros del Congreso el no tener acceso a la informaci¢n sobre la implicaci¢n de EEUU en la regi¢n Andina y de c¢mo se gastan los d¢lares de los contribuyentes – la mayor¡a de la informaci¢n que tenemos proviene de los art¡culos de informes de investigaci¢n que suscitan m s preguntas que respuestas».
[Fuente: The Nation, Informe Especial – Por Jason Vest, «El Problema de Droga de Dyncorp» -Traducido al espa_ol por el Equipo Nizkor desde el original
en ingl’s, 13jul01]