Nuevo motor
Limitado hasta ahora a los 150 CV de la versión V5 de 2,3 litros, al VW Bora le faltaba una motorización que le permitiera compensar en potencia lo que otros teóricos rivales -léase BMW Serie 3- aportaban en capacidad de representación. La incorporación de la mecánica de 2,8 litros de seis cilindros en V y 204 CV le permiten ofrecer unas cualidades dinámicas de primer orden y el refinamiento y distinción que este tipo de motores atesoran. Pero los responsables de marketing, conscientes de su inferioridad en cuanto a tradición en la categoría de las berlinas de representación, no se han parado simplemente en el motor. La adopción del V6 trae aparejada una caja de cambios de seis marchas, sistema Haldex de tracción integral y un equipamiento de serie digno de una berlina lujo.
Excelente interior
El resultado es un autom¢vil extraordinariamente agradable de conducir que transmite una sensaci¢n de calidad y un refinamiento general muy elevados. Nuestra unidad de pruebas incorporaba adem s la opci¢n de tapicer¡a de cuero que incluye unos asientos Recaro perfectos, tanto en lo que se refiere a confort, como a eficacia gracias a su configuraci¢n, que proporciona una sujeci¢n lateral notable.
El volante, la palanca de cambios y el freno de mano tambi’n tapizados en cuero y los indicadores de la instrumentaci¢n con sus contornos fileteados en aluminio se encargan de distinguir visualmente esta versi¢n de sus hermanos de gama.
Al volante, se percibe desde el primer momento el ambicioso objetivo buscado. La rumorosidad es m¡nima, el tacto de todos los mandos excelente y la calidad de rodadura de primer orden. La postura al volante, facilitada por las moltiples regulaciones de asientos y volante -altura y profundidad-, es muy buena y apta para un amplio margen de estaturas. El accionamiento del cambio resulta bastante preciso aunque la rapidez no es la mejor virtud de la timoner¡a por cable. Una vez en marcha se pone claramente de manifiesto el poder¡o del seis en V cuya respuesta a bajo r’gimen es deliciosa, tambi’n hay que decirlo, respaldado por la caja de cambios de seis marchas que nos permite mantenerlo siempre en la özona buena+. Las cifras de prestaciones obtenidas son el mejor juez de tales afirmaciones.
Comportamiento perfecto
Si en el apartado mec nico el Bora no decepciona en absoluto, todav¡a nos queda lo mejor. La configuraci¢n del bastidor, sus cuatro ruedas motrices y los dispositivos electr¢nicos de ayuda a la conducci¢n se encargan de mantener bajo control los 204 CV pr cticamente en toda circunstancia y casi con independencia de las habilidades del conductor. Equipado con el denominado tren de rodaje deportivo el Bora ofrece un aplomo en recta y curva r pida excepcionales. La direcci¢n transmite una precisi¢n de trayectoria milim’trica y el conductor percibe en todo momento una agradable sensaci¢n de control. Cuando el asfalto se vuelve irregular las reacciones se mantienen impert’rritas. Las irregularidades son perfectamente absorbidas y la precisi¢n se mantiene pr cticamente invariada.
Sobre firme deslizante, las öalegr¡as+ con el acelerador son absorbidas por el eficaz control de tracci¢n incorporado al sistema Haldex de tracci¢n total y los peque_os errores de apreciaci¢n son corregidos por el control electr¢nico de estabilidad que se incorpora como dotaci¢n de serie para esta versi¢n. La verdad es que el conjunto presenta una homogeneidad en los resultados din micos encomiable.