Su empresa ha sufrido recientemente una importante reestructuración. ¿Cómo se ha reconfigurado?
Nuestra empresa, tal y como está constituida hoy, es un estudio de interiorismo potente y además incluye una tienda donde tenemos una representación de marcas de primer orden internacional como Molteni, Dada, Minotti, Flexform o Redaelli, entre otras. La tendencia va a ser la de disociar las dos actividades y reconvertir este espacio sobrante en un show room que además evolucionará hacia una monomarca; hacia la venta de productos diseñados exclusivamente por nosotros. Vamos a perder la vinculación con algunas empresas potentes que también han optado por crear sus propias monomarcas.
¿Invertimos los españoles en interiorismo o amueblamos y decoramos sin demasiado criterio?
Yo te diría que el interiorismo nos interesa cada vez más, pero como siempre es un tema económico. En un país muy próximo a nosotros como es Italia los recursos que se destinan a decoración de los ingresos habituales de una familia, son muy superiores a los que se invierten aquí. Allí vive más el diseño y el interiorismo que aquí. La gente joven, por ejemplo, todavía no ha entrado en el mundo del interiorismo. Utilizan más los centros de venta de mobiliario económico. Las viviendas son muy caras y no pueden destinar recursos para decorarla. Prefieren ir a Ikea y comprar los muebles necesarios, pero yo pienso que esto no es malo en el fondo. Yo prefiero que vayan allí y que compren cuatro cosas con criterio, porque se habitúan a la decoración. Luego cuando tienen dinero piden nuestros servicios. Todo es mejor que hacer lo de antaño, que no era más que decorarse la casa como querían los padres, con una mezcla de muebles de la abuela que nadie quería y otros tanto que adquiría la familia a su gusto.
Entonces… ¿no hay un mercado desarrollado en España para este sector?
No es así exactamente. La gente joven se hipoteca porque los tipos de interés son baratos, ojalá no cambien porque de lo contrario veremos cosas dantescas, vive al día y no se pueden plantear decorar su hogar. Nosotros no podemos quejarnos porque tenemos una clientela fiel con nivel adquisitivo alto, pero en general lo que predomina es esta situación. A mí lo que más me interesa es que adquieran una educación en el gusto, en el sentido de no poner cualquier cosa en sus casas. Hoy en día se empieza por cosas simples y baratas y el día de mañana, cuando están consolidados, llega el momento de hacer un cambio a una segunda residencia. Tengo un amigo promotor que asegura que él vende ilusión, porque cuando entrega un piso a una pareja joven les está dando un valor añadido que no les ofrece ningún banco. La plusvalía que le va a generar esa vivienda no se la daría ningún banco. Cuando cambian de vivienda ya pueden empezar a pensar en un interiorista. Nosotros vivimos del cliente que se ha consolidado.
Hoy en día la imagen es fundamental y las empresas la cuidan no solo de cara a sus productos sino también en sus instalaciones. ¿Tocan uds este nicho de mercado?
Además del cliente particular, que constituye el grueso de nuestro perfil consumidor, también nos dedicamos a hacer empresas y entramos desde en la imagen corporativa hasta el último detalle de mobiliario. También suministros y estética. Lo tocamos todo. Hemos hecho todo el edificio por ejemplo de Panrico. Desde hace algún tiempo nos están haciendo unos encargos que nos gustan muchísimo. Se trata de espacios temporales como ‘stands’ en ferias. Esto nos procura también una proyección internacional. Es magnífico, porque nos permite evitar algo que nos da pavor a los decoradores, que es la famosa lista de cosas que nunca se acaban. Aquí no existe ese problema porque la feria dura unos días determinados. Además estamos haciendo tiendas. Vamos a crear la imagen de una cadena de 17 establecimientos para una firma importante a nivel nacional. Esto siempre supone un reto.
Las viviendas en España cada vez son más pequeñas. ¿Supone esto un ‘handicap’ a la hora de realizar un proyecto de decoración vistoso?
Las viviendas son pequeñas pero no sólo en España. En el extranjero lo son más todavía. Aquí la gente todavía tiene la idea de los 100 metros y esto es un auténtico lujo. En el extranjero lo que abundan es lo que aquí denominamos estudio. Nosotros no lo podemos cubrir todo. Debemos desechar según qué tipo de intervenciones. No nos planteamos cubrir esa franja porque sinceramente creemos que está bien representada por otros. Nos centramos en la franja media-alta. Alguna vez hemos hecho alguna excepción porque nos lo han pedido. En ese caso desviamos el trabajo hacia el diseñador más joven, porque estamos seguros de que se va a poner más en la piel del cliente.
¿Qué opina de foros como Casadecor?
Nosotros fuimos socios fundadores de Casadecor, pero últimamente no participamos. De hecho hemos regresado en este último certamen después de ocho años. Volvimos porque nos surgió una colaboración sugerente con dos empresas, una de domótica e iluminación que es Lutron y otra de audiovisuales, Carulla&Bernasconi. Tras pensarlo mucho me sedujo bastante el espacio que teníamos y decidimos jugar. Hay que entender que Casadecor tiene alguna ventaja, y es que puedes crear. Puedes inventar absolutamente lo que quieras sea comercial o no, porque no tienes un cliente que te exige. Nosotros hicimos un espacio que bautizamos como la Ludoteca, un ejercicio de imaginación, que nos fue sugerido por la altura de los techos. Me gustó tanto el espacio como la oferta que nos hicieron estas empresas tecnológicas y esto me llevó a pensar que podríamos crear un espacio estético donde la tecnología punta tendría mucho que decir. Un espacio innovador y práctico a la vez.
Hace años que escuchamos hablar del término “casa inteligente”, pero no me queda muy claro qué es lo que sus precursores pretenden transmitir. ¿Cómo debería ser una casa inteligente según su criterio?
El término “casa inteligente” no me parece mal, pero hay que tener en cuenta que, como en todas las terminologías, en esta también hay una parte de negocio. Es evidente que hay que avanzar en el sector, crear e investigar; y sobretodo vender ideas para cuya aceptación muchas veces el consumidor final no esta preparado. ¿Qué es mas importante?, ¿escuchar a mil personas que tienen las mismas necesidades? o ¿adelantarse y dárselas?.
Yo creo que la opción correcta es la segunda. Dicho esto, podemos comenzar a mezclar cosas como la domótica, la informática, la tecnología punta, etc. La casa inteligente tal como hoy la entendemos sería un espacio que te hace fácil la vida. Se trata de que pulsando un botón el espacio responda a tus necesidades. Si la casa inteligente se entiende como un experimento se convierte en absolutamente tonta. Por tanto. Casa inteligente sí, pero en función de las necesidades del consumidor. Unas necesidades que van siendo creadas por la propia dinámica evolutiva de las cosas.
¿Y el Loft?, porque parece un concepto fantasma en España. Aparece en todas las revistas de decoración pero nadie ha visto uno….O peor. Ahora intentan vendernos Loft´s de 30 metros cuadrados.
El loft tenemos que entenderlo como espacio diáfano y el espacio marca una conducta de vida. En España, y concretamente en nuestra área que sería donde esta palabra está más de moda, no existen muchos Loft´s. Loft es un espacio industrial transformado en vivienda urbana. Ante todos esos espacios que estaban en el centro de las ciudades y que antaño eran industrias había dos actitudes. O se derrumbaban y se hacían pisitos todos iguales con altura de techo de 2,50m; o se mantienen, se reforman y se transforman en vivienda.
Tengo que decir que nuestra sociedad, que pretende ser muy moderna, en esto es muy arcaica y muy pueblerina, porque el Loft no está contemplado a nivel normativo en los estamentos de edificabilidad. Por tanto, todos son problemas. Hay que ocultar la realidad alegando que son centros de trabajo donde también se puede vivir. Es un concepto atractivo porque todos queremos vivir en espacio, pero no está regulado. Los promotores están muy interesados porque saben que es un producto líder y que se puede cobrar muy bien a precio de reforma; que no de construcción. En este tema estamos. Nosotros luchando para rehabilitar muchos espacios de este tipo, la administración poniendo todos los inconvenientes del mundo y los clientes pidiendo este producto. No dude de que se hará, porque al fin y al cabo el cliente manda.
¿Por qué no existen más foros profesionales donde poder consensuar estándares de calidad y diseño para viviendas también estándares?
Se hacen experimentos y colaboraciones al respecto, pero siempre son minoritarias. Nuestro estudio, por ejemplo, trabaja con los promotores más importantes de Barcelona. Son gente muy hábil, personas que saben mucho de su negocio. Por tanto, saben lo que hacen e intuyen lo que va a demandar el mercado. Han llegado al convencimiento de que están dando unos estándares en sus edificaciones que corresponden a una suma de lo que quiere el cliente, lo que quiere el jefe de ventas, lo que quiere el patrón de esa empresa y lo que dice la esposa del patrón de esa empresa. Esto siempre da un resultado que está desfasado en el tiempo. Evidentemente se vende, porque ahora se vende todo. Los promotores nos encargan dos o tres casas tipo. Estos modelos les salen muy rentables. Primero porque gustan al público y segundo porque ellos lo pagan una vez y lo repetirán durante veinte años. Establecer foros más amplios es muy complicado. Lo promotores tienen demasiadas presiones. Nosotros deberíamos hacer como los músicos con los derechos de autor. Cobrar por cada vez que se repite el modelo. Como ve, la situación no es nada fácil.
¿Y Casadecor, por ejemplo?. Es el Foro más prestigioso en estos momentos…
Casadecor es un invento muy inteligente. En estos foros nadie pierde y nadie gana mucho. En primer lugar, todo el mundo colabora . El planteamiento de estos espacios es que el señor que está acostumbrado a trabajar exige un esfuerzo para que el coste del producto final sea lo más bajo posible. Por otra parte, la afluencia de personas interesadas específicamente en este producto es muy alta. No hay ningún otro escenario que tenga una presencia tan específica de gente. Todo el mundo pasa por Casadecor. Por tanto los resultados económicamente son interesantes. Además son indispensables para interioristas que empiezan y que deben tener su oportunidad.
Personalmente me aterroriza hablar de moda en decoración. Me da la sensación de que la temporada siguiente voy a tener una vivienda “demodé”.
No hay que confundir tendencias con moda. Cuando la decoración se interpreta como moda el tema es efímero. Va a tener una vida corta. Nosotros tenemos una filosofía consistente en que nuestra estética tiene que perdurar en el tiempo. Cuando nosotros atacamos un proyecto lo hacemos por el propio proyecto, pero también nos gusta que el cliente vea obras realizadas nuestras. Hay que saber como se comporta la casa con el tiempo. Nosotros no creemos en moda.
¿Hablamos entonces de tendencia, de estética quizás?
Me molestaría que la estética de nuestra marca se calificara como conservadora, porque no lo es, pero sí que lo son los materiales si consideramos como estética conservadora las buenas maderas, lacas, pinturas o tapizados. La estética es una manera personal de interpretar un espacio y de utilizar esos materiales al servicio de un gusto determinado. En un principio éramos más minimalistas, pero ahora no lo somos por varios motivos. En primer lugar porque este concepto está un poco en desuso y segundo porque surgió después de una época un poco pesada, absurda y económicamente no muy interesante que permitió el atrevimiento del Minimalismo. Nosotros no le ponemos valor añadido a las cosas en pro de una tendencia. Me explico. Si una butaca de piel tiene un valor x está siempre justificado. Si el cliente tuviera que contratar al tapicero, comprar la tela, la madera y hacer la butaca le costaría lo mismo. Lo que sí es difícil es definir el gusto de nuestra empresa. Diríamos que es una estética racional que tiene muy en cuenta los usos y la interpretación personal de Ferruz. Se basa en la calidad de proyectación y de los materiales.
Hay quién asegura que uno de los mayores consumidores de interiorismo es el público gay. ¿Existe una estética gay en este aspecto?
Yo dudo que exista una estética personalizada en el movimiento gay. Yo creo que hay una parte de este colectivo que pretende tener banderas y busca una determinada estética, que todavía no está definida pero que se busca. Nosotros tenemos muchos clientes gay´s. Son gente que está relacionada con el mundo de la moda, de la publicidad, de lo ‘fashion’… pero no buscan ninguna estética en particular. Tienen en común que les gustan las cosas refinadas, que gastan dinero y que te piden originalidad con algo de sofisticación. Todos los gay´s no van ejerciendo de gay´s por el mundo.
Gema Castellano
© Informativos.Net 1999-2005
Nota para Medios: Las Imágenes son originales y son propiedad de Informativos.Net.
Están a baja calidad (640×480) pero disponemos de los originales a alta resolución (300 dpi) para su publicación en medios tradicionales.