"El objetivo de las viñas chilenas fue ingresar al mercado exportador, pero mirando un mercado interno interesante", afirma Exequiel Barros, socio de Caucasia Wine Thinking, la mayor consultora vitivinícola de Argentina. Para Max Morales, gerente de AndesWines -especialistas en información vitivinícola-, el protagonismo de Chile podría verse reforzado. "Chile debería tener aún mayor protagonismo. Hay mucho interés en Argentina, porque la red de distribución internacional que posee, hace que sea muy fácil ampliarla para sumar malbec argentino… Cada vez va a ver una mayor participación chilena en la industria argentina", vaticina Morales.
El peso de los capitales chilenos podría verse aún reforzado. Fuentes del mercado afirman que importantes bodegas argentinas están en venta. ¿Los interesados? Capitales chilenos, los mismo que ya exportan más de US$ 66 millones al año en vino embotellado. Uno de los que apostaron por el suelo argentino fue el ex socio y director de viña San Pedro, Patricio Reich, quien en 2003 fundó Bodega Renacer, motivado por las condiciones del vecino país.
"La alta luminosidad es comparable con grandes centros vitivinícolas, como Napa la Toscaza. Esto define el terroir de Mendoza y hace que el malbec logre su máxima expresión", afirma desde el país trasandino Patricio Reich hijo. Para el chileno, los años de inversión han dado frutos evidentes. "Las exportaciones crecen a razón de 30% cada año, la marca país es muy fuerte y las bodegas cada vez han logrado vinos de mayor calidad", analiza el empresario.
Reich se encuentra dando otro paso en su incursión en suelo argentino: en 2009, más que duplicará su producción, la que pasará a 1,8 millón de litros anuales. Concha y Toro, San Pedro, Santa Rita, Monetes y Santa Carolina son algunas de las viñas chilenas en suelo argentino. A esto se suman otras iniciativas, como Bodegas Cruzat y el ingreso de Córpora.