Las conversaciones habrían comenzado hace más de seis meses, cuando Ripley se acercó a Textil El águila. La multitienda, controlada por la familia Calderón, estaba buscando fortalecer su posición en marcas de jeans, dada la arremetida de la competencia. Falabella cuenta con Americanino y Paris, con Foster. Y a pesar de que Ripley cuenta con marcas propias, hacía falta el peso que tiene BB2 en el segmento medio alto femenino.
Para las multitiendas es buen negocio sumar marcas a su portafolio. Obtienen diferenciación y estampan sus etiquetas sobre productos importados de Asia a bajo costo, incrementando así sus márgenes de ganancia.
El águila, por su parte, estaba importando la mayor parte de los jeans para la marca. Por lo mismo, había empezado un plan de reducción productiva, dada la intención de sus dueños -la familia Link- de reorientar sus inversiones y mantenerse en el retail, pero como distribuidores. Para ello, buscarían concentrarse en las representaciones con las que ya cuenta, además de sumar nuevas.
Hoy tienen la representación de la marca argentina de vestimenta infantil Mimo & Co., además de Hugo Boss. Asimismo, tienen la marca de ropa industrial Mr. Hick’s. También cuentan con la marca nacional Ricciardi que, aunque habría estado inicialmente en la negociación con Ripley, finalmente se habría desagregado.
Pero habría multitiendas medianas interesadas. Ripley y El águila aprovecharon la oportunidad y las negociaciones llegaron a puerto.
Aunque ninguno de los involucrados quiso confirmar la cifra, trascendió que la venta se hizo en unos US$ 15 millones. Además de las marcas, el acuerdo incluye que Ripley controle las seis tiendas de Barbados y se haga cargo de los cerca de 50 trabajadores ligados a esa marca. Según datos de la industria, Robert Lewis y Barbados manejan cerca del 15% de participación en el mercado nacional de este rubro.