Así tenemos que la inversión extranjera directa autorizada en Chile entre enero y agosto de 2008 supuso los US$ 6.620,5 millones de dólares, tres veces más que en el mismo período de 2007, cuando se aprobaron US$ 1.960,7 millones de dólares.
A su vez la inversión extranjera directa materializada al amparo del Decreto Ley 600, Estatuto de la Inversión Extranjera, representó US$ 2.345,9 millones en el mismo lapso. Dicho monto es 187% mayor al registrado en iguales fechas, entonces la cantidad lograda fue de US$ 816,9 millones de dólares.
En relación a la cantidad autorizada por el Comité de Inversiones Extranjeras, supone uno de los mayores montos aprobados en los últimos once años, superado solo por los cerca de 7.400 millones certificados en 2001 y los 8.905 millones en 1999. El Comité ha autorizado un total de 55 solicitudes, de las que 22 corresponden a nuevas iniciativas, que solicitaron inversiones por 4.832,3 millones de dólares, en tanto que las 33 restantes se deben a aumentos de inversión por un total de 1.788,2 millones.
Las aprobaciones que da el Comité son para peticiones superiores a los US$ 5 millones de dólares. Aquellas que son inferiores a dicha cantidad, generalmente impulsadas mayoritariamente por PYMES extranjeras se contabilizan a través del Capítulo XIV del Manual de Procedimientos y Formularios de Información del Compendio de Normas de Cambios Internacionales del Banco Central.
La procedencia por países de la inversión autorizada sobresale el Reino Unido, con 2.100 millones de dólares equivalentes al 31,7 por ciento del total, y Canadá, con 1.632 millones que suponen el 24,7 por ciento del monto aprobado. Además, Holanda podrá invertir 900 millones de dólares (13,6%) y Estados Unidos, 643 millones (9,7%).
Aunque sea extraño no ver a España en los primeros puestos, tenemos motivos ciertos para pensar que mucha de la inversión española que está llegando al día de hoy a América y en particular a Chile lo hace a través de otros enclaves, principalmente por motivos fiscales, destacando Holanda y algún otro.
Entre los sectores receptores despunta la electricidad, el gas y el agua, para los que se han aprobado 1.110 millones de dólares, un 16,8% del total. El mes pasado había en Chile más de cien empresas tomando parte en el Foro Internacional de Inversiones en el sector de las energías renovables, área que se está incentivando para suplir las necesidades actuales y futuras que se demanden.
Como no podía ser de otra manera el sector que recibirá más inversiones será la minería, con 4.169 millones de dólares -el 63 por ciento del monto total- que reforzarán la importancia de los yacimientos en la economía del país y el liderazgo de Chile en la producción de cobre a nivel mundial. Entre esos proyectos destaca la solicitud de inversión de unos 3.000 millones de dólares para la explotación del proyecto cuprífero Esperanza, ubicado al norte del país y que generará unos 6.000 empleos durante su construcción y otros mil durante sus operaciones.
En relación a la localización de las inversiones materializadas entre enero y agosto de 2008, el 32,8% se concentra en la Región de Atacama, con una inversión materializada de US$ 769,08 millones; el 27,5% se destina a proyectos multi-regionales, que alcanzan US$ 644,21 millones; el 22,1% va a la Región de Antofagasta con US$ 519,21 millones y el 12,6% está destinado a la Región Metropolitana, con US$ 296,42 millones.
La Vicepresidente ejecutivo del Comité, Liliana Macchiavello indicó "hoy somos testigos de una tendencia a la diversificación de sectores a los que están llegando las inversiones, lo que da cuenta de la madurez que está alcanzando la economía chilena, la matriz productiva ya no se basa exclusivamente en la explotación de commodities, sino que también se ha expandido al sector terciario, donde están adquiriendo importancia las comunicaciones, el sector financieros y seguros, entre otros", afirmó.
No nos cabe ninguna duda que las inversiones seguirán llegando, Chile está en el pequeño grupo de países que mejor irá sorteando el descalabro financiero. Los empresarios de toda la vida saben y conocen muy bien que salir de este “credit crunch” no se logrará con inyecciones de dinero, aumento de las inversiones en infraestructuras o con reducción de los precios, estos son remedios momentáneos que evitan ir a peor o paliar el desempleo.
La verdadera mejoría vendrá vía creación de nuevos bienes y servicios, del invento de procesos más efectivos y eficientes en la producción, del desarrollo de nuevas tecnologías del conocimiento, y en general del establecimiento de estrategias que hagan más atractiva la oferta a los compradores, entonces podremos comenzar a hablar de una recuperación sostenible en el tiempo, que nos conducirá a nuevo ciclo económico que todos deseamos dure por mucho tiempo.
Estas inversiones que están llegando a Chile buscan eso, volver a encantar a los consumidores de todo el planeta.
Wolf & Pablo