Chile, en medio de una estrecha situación energética, ha importado en lo que va del año unos 700.000 metros cúbicos de diésel por mes, es decir tres veces más que el promedio de hace dos años, dijo Dávila en el Foro de Reuters sobre Inversión en América Latina. La demanda por diésel en el país creció a 1,1 millones de metros cúbicos mensuales en el 2007, frente a los 550.000 metros cúbicos promedio del 2006.
Para cubrir la demanda, lo que no se importa corresponde a producto refinado por Enap. "Va a seguir el consumo de diésel en torno un millón de metros cúbicos por día. Eso está explicado principalmente por el parque eléctrico/termoeléctrico", afirmó Dávila. El ejecutivo estimó que el consumo de diésel en el invierno austral crecerá en el país hasta 1,5 millones de metros cúbicos mensuales. "Estamos pagando un mayor precio y mayores volúmenes que se compensan por los menores importaciones de gas en términos de volumen", dijo Dávila, quien estimó un alza de entre 5 y un 10% en las importaciones diésel en 2008.
Chile, que importa casi la totalidad de combustibles que consume, atraviesa por la peor sequía en décadas, lo que, junto a restricciones en el abastecimiento de gas natural, ha obligado a las generadoras a aumentar la utilización de diésel para producir energía.
La ajustada situación energética ha obligado a Enap a retrasar algunos proyectos de refinación y reestructurar su plan de inversiones, aunque se mantiene en US$2.300 millones de aquí al 2011. El ejecutivo pronosticó que a partir del 2010, Chile dejará de depender del gas que le envía su único proveedor, Argentina, que inició en el 2004 fuertes recortes a sus exportaciones y los profundizó en el 2007.