Luego de trabajar en una ferretería en Valparaíso, el patriarca del clan se trasladó a Santiago, trabajó en otro negocio del mismo rubro, hasta que optó por independizarse e instaló una fundición en Gran Avenida, previendo la demanda que había en ese momento por la División de Obras Sanitarias. Hasta 1963, en que decidió salirse de ese negocio y volver a sus orígenes ferreteros, en sociedad con una familia vecina, Lorenzoni, el origen de Ferretería Belén, en la que ambos socios compartieron durante 15 años.
"Las familias empezaron a crecer y se optó por separarnos en muy buenos términos. Los Lorenzoni se quedaron con las tres sucursales y el nombre Belén. Y nosotros le pusimos Yolito Centro Ferretero", dice Antonio sobre el negocio ya escindido y que partió con el local que había sido la central de Belén, el mismo local de Avenida Las Condes.
Hoy, el clan familiar -que integran además sus hermanos Aurora, Tomás y Jaime- se ha expandido a otros negocios y está incorporando a la segunda generación: el hijo de Antonio, del mismo nombre, está en el área logística, y su hija, Maribel, en cocina y sanitarios. Un hijo de Tomás, de igual nombre, también está en el área crédito.
Para adaptarse a la competencia, los Yolito fueron fundadores -junto a otros empresarios- de MTS, la asociación que hoy reúne a 37 ferreterías independientes que en conjunto suman 120 locales. Su fin es ser una central de compras que genere volumen y por esa vía los socios reduzcan costos, para hacerle frente a la arremetida de actores como Sodimac e Easy, que con su formato de autoservicio han acaparado casi un tercio del mercado.
Coincidentemente, en la asociación Antonio Yolito comparte con la familia de su cuñado, Ramón Corces, los dueños de Punto Maestro, que tiene cuatro locales. Así, mientras su sobrino Gonzalo Corces preside MTS, Antonio Yolito es vicepresidente de esta entidad. "Es una competencia más. En nuestras reuniones familiares no hablamos nada de negocios. Tácitamente nos respetamos porque somos competencia", dice Yolito.
Para este año, Antonio Yolito proyecta un crecimiento en las ventas del 15%, pero anticipa el complejo panorama que se avecina: "El año que viene va a ser complicado", dice a propósito de la baja que ya las cifras muestran en los permisos de construcción y que, en su opinión, se comenzará a notar entre los proveedores hacia septiembre, octubre o noviembre próximos de este año. "Nuestro negocio tiene una inercia. Yo creo que nosotros vamos a ver la baja en el segundo semestre de este año. Y se va a mantener por lo menos el primer semestre 2009. Si logramos empatar las ventas con este año, lo encuentro bueno", dice.
Yolito es cauto a la hora de hablar de expansión. "Siempre estamos viendo oportunidades de crecer en términos de sucursales, pero por ahora no se nos ha presentado ninguna oportunidad, ninguna ubicación que satisfaga nuestras expectativas", dice, y plantea que la opción internacional es más lejana. "No les tengo mucha confianza a los gobiernos que están en los probables países y eso me da poca seguridad en el mediano plazo. A lo mejor soy más conservador. Siento que América Latina está un poco revuelta", concluye.
Seguridad industrial, el otro negocio
La familia Yolito también es dueña de Apro, firma que está dedicada a la venta de artículos de seguridad industrial. Este negocio lo lidera el menor de los hermanos, Jaime Yolito. Con Apro, los Yolito son los segundos actores más grandes del rubro (tras Garmendia), con 7 locales en operación y el 23% del mercado.